Los rebeldes libios expresaron ayer su temor por la suerte de miles de presos del régimen depuesto de Muamar Gadafi. Más de 10.000 detenidos han sido liberados de las cárceles desde que los insurgentes tomaron Trípoli, pero unos 50.000 están en paradero desconocido. "Estimamos que el número de personas detenidas estos últimos meses está entre 57.000 y 60.000", afirmó el coronel Ahmed Omar Bani, portavoz militar de la rebelión. "Entre 10.000 y 11.000 han sido liberados. Esto plantea una cuestión grave. ¿Dónde están los demás?", se preguntó.

Mientras, Gadafi sigue dando pie a todo tipo de rumores. La agencia Associated Press puso ayer en boca de un portavoz, Moussa Ibrahim, que el dictador deseaba "negociar" la transición. La información, a la que después no se dio credibilidad, recibió por respuesta inmediata un "no" rotundo de los rebeldes. "No negociamos con criminales", afirmó el ministro de Información del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mahmud Shamam, quien auguró que "Gadafi y sus hijos serán detenidos pronto". Incluso el ministro de Exteriores británico, William Hague, dio inicialmente credibilidad a la noticia ya que tildó de "irrisoria" la supuesta oferta de Gadafi.

HACIA SIRTE Con o sin la captura de Gadafi, los libios sienten que la guerra llega a su fin. Los rebeldes controlan ya toda la capital y avanzan hacia su próximo objetivo, Sirte, la ciudad natal del dictador. Hasta este frente se desplazaron varios grupos rebeldes para unirse a los combates. Asimismo, los rebeldes anunciaron que controlan totalmente la ciudad de Ben Yawad, al este del país, donde las fuerzas leales a Gadafi les habían plantado cara en su avance hacia Sirte y que se encuentran a un centenar de kilómetros al este de este bastión gadafista.

Mientras los rebeldes cierran el cerco en torno a la ciudad costera, las autoridades del CNT intentan buscar una rendición negociada para evitar nuevos enfrentamientos. Un portavoz de los militares alzados denunció que las fuerzas leales a Gadafi utilizaron a la población civil como escudos humanos para la defensa de la localidad. "Avanzamos hasta que fuimos detenidos en las puertas de Ben Yawad. Los gadafistas se encuentran entre las familias y estamos tratando de evitar bajas", señaló el portavoz rebelde.

REGRESO A LA LIGA ÁRABE El CNT recibió ayer un nuevo respaldo con el reconocimiento de la Liga Árabe, que se materializó en una reunión de titulares de Exteriores, en El Cairo, a la que asistió el primer ministro del Gobierno transitorio libio, Mahmud Jibril. Libia regresa así, con todos los derechos, al organismo del que fue suspendido cuando Gadafi desató la brutal represión. La nueva bandera de la Revolución ondeaba ayer en la sede de la capital egipcia.

Mientras, el CNT empieza a tomar algunas decisiones que afectan a su política exterior. El titular de Justicia, Mohamed al Alagi, aseguró ayer que no extraditará a Abdel Basset al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie (Escocia) de 1988, en el que fallecieron 270 personas. "No entregaremos a Occidente a ningún ciudadano libio", dijo.