El conflicto entre comunidades tribales en el estado de Darfur del Oeste, en Sudán, ha causado el fallecimiento de al menos 43 personas y ha dejado casi medio centenar de aldeas arrasadas, según la ONU. La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha emitido un informe en el que detalla estos datos y añade que cerca de 4.300 personas han huido de sus hogares.

Del mismo modo, el Comité de Médicos del Estado de Darfur del Oeste ha emitido un comunicado en su perfil de Facebook donde ha corroborado las informaciones de la agencia de la ONU y apunta que ahora el conflicto se ha declarado en la localidad de Jebel Moon. La escalada de violencia en este enclave ha derivado en al menos 17 decesos y ha dejado a otros 12 sudaneses heridos, que ahora están siendo atendido por en los centros sanitarios estatales. "El Comité hace plenamente responsable a las autoridades de seguridad por el constante fracaso de tomar medidas serias para proteger la vida y los bienes de los civiles y por el hecho de que las autoridades no lleven a juicio a una sola persona por todos los hechos ocurridos en el estado en los últimos dos años que se cobraron cientos de vidas", han lamentado. Asimismo, desde el colectivo han denunciado que desde las instituciones se "alienta" a las bandas criminales a que sigan "cometiendo masacres".

Por su parte, Naciones Unidas ha lamentado que los socios humanitarios aún no han podido acceder a la zona para verificar o evaluar la situación debido a que la situación de inseguridad es elevada. "Más de 13.300 personas de Jebel Moon están en crisis" ante la falta de alimento, ha aseverado la misión de la ONU, que ha remarcado la necesidad de brindar comida, refugio y agua a esta zona de Sudán.

Por otro lado, la cadena estadounidense CNN ha recordado que el pasado 21 de noviembre, una delegación liderada por el sultán de la región, Jamis Abdulá --y que incluía al gobernador de Darfur del Oeste, y representantes del Comité de Seguridad del Estado-- visitó la ciudad de Jebel Moon. Abdulá afirmó que la violencia que estaba albergando Darfur no era una novedad, pero que sí que era sorprendente que se produjera tras la firma del Acuerdo de Paz de Juba. "Para nosotros, cuando firmamos el acuerdo, lo consideramos como un acuerdo de paz, no como un acuerdo que se trata solo de distribuir dinero (...) Es absolutamente inaceptable que se extiendan (las tensiones) a una guerra abierta entre los grupos de la comunidad", dijo Abdulá.