El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, hizo hincapié este miércoles en la voluntad de la Unión Europea (UE) de estrechar relaciones con Georgia y Moldavia para acercar a ambos países a los Veintisiete.

El jefe de la diplomacia europea se reunió hoy en Bruselas por separado con el primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili y con la presidenta de Moldavia, Maia Sandu.

A Georgia, Borrell le transmitió la disposición de la UE a acompañar al país en los esfuerzos que ayuden a la cooperación entre partidos y la unidad entre las fuerzas políticas nacionales, "clave para lograr avances concretos y rápidos en las prioridades de reforma cruciales para fortalecer la democracia", según un comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior.

Mostró en particular la voluntad de la UE de acompañar a Georgia a la hora de abordar la polarización política interna, poner en marcha una agenda de reforma judicial inclusiva y creíble y aplicar las reformas constitucionales acordadas", algo que Borrell consideró "aún más importante en vista de la solicitud de Georgia para el ingreso en la UE"

Con el mandatario de Georgia abordó también la situación creada por la invasión rusa de Ucrania.

En ese contexto, reafirmó el compromiso de los Veintisiete con la integridad territorial y soberanía de Georgia en sus fronteras reconocidas a nivel internacional.

Por otra parte, con la presidenta de Moldavia, Borrell subrayó el compromiso de los Veintisiete para seguir profundizando sus relaciones con ese país, reconociendo sus aspiraciones europeas.

El alto representante reafirmó además el apoyo europeo a la soberanía e integridad territorial de Moldavia con un estatus especial para la región separatista prorrusa de Transnistria, zona sobre la que expresó "preocupación" por los recientes incidentes, aunque elogió la reacción que han tenido las autoridades moldavas.

Asimismo, transmitió a la presidenta de ese país el agradecimiento de la UE por la solidaridad que ha mostrado el pueblo moldavo al acoger a cientos de miles de refugiados que huían de Ucrania.

Por su parte, la Unión Europea animó a Armenia a seguir en el camino europeo y cumplir los objetivos del Acuerdo de Asociación con los Veintisiete.

En la cuarta reunión del Consejo de Asociación UE-Armenia, que tuvo lugar este miércoles, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, reconoció que las relaciones bilaterales entre la Unión y Armenia "son muy buenas, pero aún quedan reformas por hacer", según un comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior.

Por otra parte, indicó que los Veintisiete saben de qué manera la guerra en Ucrania está afectando a la región.

"Tener este Consejo (de Asociación) también es una buena ocasión para que la parte armenia sepa de nosotros cómo percibimos la guerra en Ucrania, cómo percibimos las consecuencias de esta guerra, y cómo y por qué continuaremos apoyando a los ucranianos en su lucha para preservar su independencia y soberanía frente a la agresión de Rusia", señaló.

Las relaciones de la UE con Armenia se basan en el Acuerdo de Asociación y Cooperación UE/Armenia (1999), que prevé una amplia cooperación en los ámbitos del diálogo político, el comercio, la inversión, la economía, la legislación y la cultura.

La UE es el principal donante internacional para Armenia y trabaja junto con las autoridades armenias para construir la estabilidad y la democracia, aumentar el comercio, las posibilidades económicas y apoyar la movilidad. Desde 1992, la UE ha invertido más de 500 millones de euros en Armenia.