El Partido Comunista de China anuncia un relajamiento de las restricciones pandémicas para 2023

El giro en la política de 'cero covid' se debe al bajo riesgo de la variante ómicron y a la vacunación masiva, que ya alcanza al 90 % de la población

Una ciudadana china pasa un test del Covid-19.

Una ciudadana china pasa un test del Covid-19.

EFE

La cúpula del Partido Comunista de China (PCCh) instó en una reunión a "optimizar" las medidas antipandémicas durante el próximo año en un momento en el que el país asiático está empezando a relajar algunas de las restricciones de la política de cero covid, recoge hoy la prensa local.

El Politburó del PCCh, compuesto por 24 miembros, indicó durante el encuentro, presidido por el secretario general de la formación y presidente del país, Xi Jinping, que China apuntará a "coordinar mejor la prevención y el control epidémicos y el desarrollo económico y social", según la agencia estatal Xinhua.

La reunión del Politburó también trató asuntos económicos, con el organismo apuntando a una "mejora general" en un 2023 en el que se centrará en "estabilizar el crecimiento, el empleo y los precios", así como en "prevenir y desactivar riesgos importantes de forma efectiva".

La cúpula del PCCh también quiso garantizar la continuidad de su política fiscal "proactiva" y su política monetaria "prudente", al tiempo que insistió en la promoción de un desarrollo tecnológico que haga que China deje de ser dependiente de otros países.

Zhang Zhiwei, analista de Pinpoint Asset Management citado por el diario hongkonés South China Morning Post, destacó algunos "mensajes positivos" del Politburó como la promesa de "impulsar la confianza de los mercados con vigor", lo que, en su opinión, anticipa unas políticas "más amables" para con los actores del mercado en 2023.

"Otro mensaje importante es 'tomar medidas más fuertes para atraer la inversión extranjera', lo que indica que el Gobierno reconoce el riesgo de que las cadenas de suministro se muden fuera de China", apunta el experto.

En los últimos días, los medios de comunicación oficiales han estado minimizado, a través de distintos artículos y entrevistas a expertos, el riesgo de la variante ómicron, un giro de argumento que se produce en un momento en el que China ha empezado a relajar a cuentagotas algunas de las medidas más estrictas de la política de cero covid, vigente desde hace casi tres años.

La vice primera ministra Sun Chunlan, a cargo de supervisar la política de 'cero covid', aseguró la pasada semana que la baja patogenicidad del virus y la alta tasa de vacunación de más del 90 % de la población, entre otros factores, han "creado las condiciones" para que el país "ajuste las medidas contra la pandemia" al estar en "una nueva situación".

En ese contexto, algunas ciudades han empezado a relajar las estrictas medidas de prevención de la política de 'cero covid', que consiste en el aislamiento de todos los contagiados y sus contactos cercanos, estrictos controles fronterizos, confinamientos parciales o totales en los lugares donde se detectan casos y pruebas PCR constantes a la población urbana.

En urbes como Pekín, ya no se exige una prueba PCR realizada en las 48 horas previas para entrar en establecimientos como supermercados u oficinas, pero sí se necesita para ingresar en restaurantes y otros establecimientos.

Los cambios llegan después de que el hartazgo ante las restricciones desembocaran en protestas en ciudades como Pekín, Shanghái, Cantón o Wuhan, en las que se gritaron consignas como "no quiero PCR, quiero comer" o "devolvedme mi libertad".

El Ejecutivo chino también ha enfatizado en la necesidad de "acelerar" la vacunación de los ancianos, uno de los grupos más vulnerables pero también uno de los más reticentes a inocularse.

Según las cifras oficiales, desde el comienzo de la pandemia fallecieron 5.235 personas en China, donde algunos estudios sostienen que el 'cero covid' ha salvado millones de vidas.