Rusia

El equipo de Navalni teme que esté siendo envenenado lentamente en prisión

La portavoz del opositor ruso asegura que ha perdido ocho kilos en solo dos semanas y que sufre "graves dolores"

El líder opositor ruso, Alexéi Navalni.

El líder opositor ruso, Alexéi Navalni. / EP

R. C.

Que Vladimir Putin quiere una oposición pasiva, incluso inexistente, no es una sorpresa para nadie. Buena prueba de ello es el calvario que ha pasado en los últimos años Alexéi Navalni. El líder de Rusia del Futuro fue envenenado con Novichok y casi pierde la vida en verano de 2020. Finalmente se recuperó tras un largo tratamiento en Berlín. Después, volvió a Rusia, y tras un polémico juicio, fue encarcelado por violar los términos de una sentencia por fraude la libertad condicional que le fue impuesta. Lleva en prisión desde principios de 2021 y aún le quedan por cumplir seis años de condena. Y ahora su salud vuelve a estar en peligro.

Al menos así lo afirman fuentes de su entorno. Navalni ha perdido en apenas dos semanas ocho kilos de peso, todo debido a una "misteriosa afección estomacal". Tal es el deterioro que los responsables se vieron obligados a llamar a una ambulancia el pasado sábado para que los facultativos le examinasen. Pero ahí se acabaron los cuidados. Pese a su delicado estado, no está siendo tratado por los médicos de la prisión en la que está recluido, un penal de alta seguridad a más de 200 kilómetros de Moscú.

"Lo matan poco a poco para que no llame tanto la atención", ha dicho una de sus colaboradoras más cercanas, Kira Yarsmish, en sus redes sociales. Afirma también que la propia madre de Navalni se está encargando de enviarle fármacos, pero pone en duda que los funcionarios de la cárcel se los entreguen. "Exigiremos que se le realicen exámenes toxicológicos y radiológicos", ha subrayado su abogado, Vadim Kobzev.

Celda de especial castigo

Pese a que su estado empeora cada día, el líder opositor se encuentra desde hace meses en una celda de especial castigo. Sus afines afirman que esta decisión es la respuesta de Putin a la nominación a los premios Oscar de un documental sobre su vida, que después obtendría el galardón. De hecho, su esposa, Yulia, fue la encargada de recibir el galardón y en un emotivo discurso reclamó su liberación.

El propio Navalni tiene una teoría sobre qué es lo que persiguen las autoridades rusas: quieren que enferme para que colabore a cambio de obtener la medicación necesaria. De hecho, el pasado mes de enero ya perdió siete kilos después de que los médicos de la prisión le recetaran unos antibióticos.