Política migratoria

Bruselas propone endurecer la política de visados para reforzar la seguridad europea

"Tenemos que asegurarnos de que nuestro marco de política de visados no sea mal utilizado", ha defendido Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de inmigración y seguridad

El vicepresidente de la Comisión Margaritis Schinas y la comisaria de Interior, Ylva Johansson.

El vicepresidente de la Comisión Margaritis Schinas y la comisaria de Interior, Ylva Johansson. / EFE

Silvia Martinez

La Comisión Europea cree que ha llegado el momento de revisar el mecanismo europeo de suspensión de visados para hacerlo más riguroso y facilitar la interrupción. Hasta ahora la suspensión solo podía activarse en caso de un "aumento repentino y sustancial" de la inmigración irregular o en caso de riesgos para la seguridad de los Estados miembros. Bruselas propone añadir nuevos motivos para tener en cuenta las "amenazas híbridas", los llamados 'pasaportes o visados de oro' o la falta de alineamiento de terceros países con la política de visados europea.

"Tenemos que asegurarnos de que nuestro marco de política de visados no sea mal utilizado y de que tengamos el poder de actuar cuando ocurra", ha defendido el vicepresidente responsable de inmigración y seguridad, Margaritis Schinas. A la luz de la experiencia de los últimos años, Bruselas ha llegado a la conclusión de que el marco actual no es suficiente y necesita adaptarse. "Necesita más dinamismo. Es necesario perfeccionarlo más. Agregar nuevas causas de suspensión, nuevas razones para suspender visados", ha añadido. Y no solo aumentar los motivos. La Comisión también plantea aumentar los plazos de la suspesión, de hasta 36 meses, y refuerza las obligaciones de seguimiento a todos los países que están exentos de este requisito y en los que se detecten problemas.

"El año pasado recibimos unas 150.000 solicitudes de asilo de países que no requieren visado. Es enorme. Y no es así como debería utilizar la exención de visados", ha avisado la comisaria de inmigración, Ylva Johansson, que añade un segundo problema que no permite afrontar el mecanismo actual: el hecho de que países terceros cuyos nacionales están exentos de visado para viajar a la Unión Europea estén vendiendo pasaportes "bastante baratos" a "personas que representan un riesgo o un riesgo potencial para la seguridad de la Unión Europea" sin que además estén obligados a residir en el país. "A veces se les permite cambiar sus nombres e identidad varias veces después de obtener la nueva ciudadanía. Esto también supone un riesgo para la seguridad de la Unión Europea que debemos examinar", ha denunciado la sueca.

El régimen de exención de visados actual permite a ciudadanos de 60 países viajar a la UE para estancias de corta duración -de hasta 90 días en un período de 180 días- sin necesidad de solicitar visados. En 2013 se introdujo un mecanismo para permitir la suspensión temporal en caso de aumento repentino y sustancial de la migración irregular y en 2017 se revisó para permitir a Bruselas activar el mecanismo de motu propio. La Comisión Europea plantea ahora una vuelta de tuerca más que tedrán que negociar Consejo y Parlamento Europeo.

Más repatriaciones

Además de una política de visados más "robusta", Bruselas también ha recordado la importancia de que la repatriación de los inmigrantes ilegales en la UE sea obligatoria para las personas que suponen una amenaza para la seguridad, tal y como proponen en la directiva sobre retorno pendiente de negociación dentro del pacto de asilo e inmigración, y no voluntaria como ocurre actualmente. "Hoy, con la legislación actual, queda a discreción de los Estados miembros decidir si las personas con órdenes de repatriación deben ser obligadas a regresar al país (de origen). Debe ser obligatorio", ha avisado. La UE toma cada año unas 400.000 decisiones de expulsión. En todo 2023 ha devuelto a unas 65.000 personas, lo que supone "un aumento del 20%".

"No habrá una política de asilo e migración en la Unión Europea sin una cultura de retorno significativa o dicho de otra manera Europa siempre seguirá siendo un lugar de asilo para quienes huyen de la guerra, la persecución y la discriminación pero aquellos que no tienen motivos para estar bajo la protección de la Unión Europea no pueden quedarse con nosotros", ha añadido su colega Schinas que ha insistido en la repatriación de todas las personas cuando hay "pruebas de que están vinculadas a amenazas a la seguridad".