Expulsiones

Scholz prepara una ley para agilizar la deportación de inmigrantes irregulares

La ministra del Interior presentó este miércoles el proyecto de ley que prevé acelerar la expulsión de las personas que entraron como peticionarias de asilo, vieron rechazada su solicitud y no tienen perspectivas de integrarse en el mercado laboral

El canciller alemán Olaf Scholz.

El canciller alemán Olaf Scholz. / EFE

Gemma Casadevall

Hace menos de una semana, el canciller, Olaf Scholz, afirmó en una entrevista al semanario 'Der Spiegel' que Alemania debe reducir la cifra de asilados en su territorio. "Simplemente, la cifra es excesiva", resumió. Este miércoles, su ministra del Interior, la asimismo socialdemócrata Nancy Faeser, presentó el proyecto de ley para agilizar al menos un aspecto relacionado con la política migratoria: la deportación de aquellos que entraron como peticionarios de asilo, vieron rechazada su solicitud y no tienen perspectivas de integrarse en su mercado laboral; también se expulsará aceleradamente a miembros de bandas criminales o extremistas islámicos.

En Alemania hay, según cifras de Interior, casi 280.000 personas sobre las que pesa una orden de expulsión, de las cuales unas 205.000 están en situación de "tolerados", es decir, que no puede hacerse efectiva esa deportación por razones humanitarias, burocráticas o porque no hay acuerdos bilaterales con el país de origen. Algunos llevan hasta 18 meses en esa situación. En lo que va de año apenas se han llevado a cabo 12.000 expulsiones. Es un aumento del 27% respecto a las del año anterior por estas fechas, argumentó Faeser. Pero siguen por debajo de los objetivos.

El proyecto de ley del tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales había levantado ampollas entre las bases de la formación ecologista. Sin embargo, recibió ahora luz verde de la coalición para entrar próximamente en el trámite parlamentario.

Obstáculos burocráticos y razones humanitarias

Entre otras cláusulas, ampliará el plazo máximo en que las personas en espera de ser expulsadas pueden permanecer detenidas en centros habilitados para ese fin -de los 10 días actuales a 27-. Se considera que con ello se posibilitará resolver la montaña burocrática que puede acompañar cada proceso de expulsión, que a menudo acaba resultando inviable por cuestiones de papeleo. También desaparece la obligación de notificar al afectado que va a ser expulsado y con ello sus posibilidades de "desaparecer" marchándose de su centro de acogida o abandonando el territorio alemán.

Faeser defiende la normativa como "acorde" con la legislación europea. La presentación del proyecto de ley se produce tras meses de críticas a la ministra, a la que la oposición conservadora tacha de incompetente, especialmente en materia migratoria. Desde la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), segunda fuerza en intención de voto tras el bloque conservador, se han asumido como propias las quejas de los poderes regionales, desbordados en sus capacidades de acogida. También alerta de los problemas para la seguridad nacional y europea, por el peligro que representan los solicitantes que vieron denegada su petición de asilo y que siguen en el país, a menudo -dicen- radicalizados o integrados en el crimen organizado.

Alemania recibió en 2022 más refugiados que durante la gran crisis migratoria de 2015, su anterior año récord. Al millón de ucranianos llegados al país desde el inicio de la invasión rusa se sumaron otros 250.000 peticionarios de asilo de diversas procedencias. Se estima que en lo que va de 2023 han entrado en Alemania -principalmente a través de Polonia- unos 50.000 inmigrantes irregulares.