Conflicto de Oriente Próximo

El avance israelí hacia el sur de Gaza empuja a la población hacia la frontera egipcia

Antes de que acabara la tregua se refugiaban allí casi medio millón de personas, cerca del doble de su población habitual. Fuentes de Gaza aseguran que hay gente durmiendo en coches o tirada en la calle

Desesperación y dolor en el hospital Nasser de Khan Younis tras bombardeos de Israel.

Desesperación y dolor en el hospital Nasser de Khan Younis tras bombardeos de Israel. / EFE

Ricardo Mir de Francia

Durante varias semanas Israel trató de convencer al mundo de que el cuartel general de Hamás se escondía debajo del hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, una campaña de relaciones públicas que sirvió para que sus aliados occidentales callaran mientras sus militares irrumpían a la fuerza en varios centros sanitarios tras asediarlos con artillería y francotiradores y dejar a médicos, pacientes y desplazados sin electricidad, comida o agua. En Al Shifa no encontraron nada demasiado relevante, más que un puñado de armas viejas recolocadas convenientemente para los fotógrafos y un túnel en desuso de poco más de un centenar de metros. Ahora la narrativa ha cambiado. El Santo Grial se habría desplazado al sur hasta Jan Yunis, donde el Ejército israelí dice que se esconden los líderes de Hamás. Tanto Yahya Sinwar como Mohamed Deif nacieron en esa misma ciudad sureña. 

El avance de sus tanques hacia la segunda ciudad de la Franja –donde se combate ya en sus calles– ha ido acompañado de nuevas "órdenes de evacuación" para la población, a la que se ha instado con pasquines y bombas a marcharse al sur de Jan Yunis. Esa zona colindante con la frontera egipcia abarca poco más de 110 kilómetros cuadrados, según el diario 'Haaretz'. Y es allí donde quiere Israel concentrar a cerca de dos millones de personas, lo que equivaldría a más de 18.000 personas por kilómetro cuadrado. Para complicar las cosas, los militares han dividido el mapa de la Franja en 630 parcelas y cada día van cambiando las que son supuestamente seguras y las que deben vaciarse para hacer espacio a sus tropas.

“Son zonas seguras aquellas donde se puede garantizar el acceso a comida, agua, medicinas y alojamiento”, ha dicho el portavoz de Unicef, James Elder. “Lo he visto con mis propios ojos, nada de esto existe en esas zonas. Son pequeñas parcelas de tierra árida, esquinas urbanas, aceras o edificios a medio construir. Y no hay agua”. La única ciudad al sur de Jan Yunis es Rafah, que tiene medio pie en Egipto y medio en Gaza. Su población se ha triplicado por el influjo de desplazados. 

Situación "apocalíptica"

Antes de que acabara la tregua se refugiaban allí casi medio millón de personas, cerca del doble de su población habitual. Fuentes de Gaza aseguran que hay gente durmiendo en coches o tirada en la calle. Sin acceso a agua potable ni centros de distribución de comida, que según Al Jazeera no ha vuelto a funcionar desde el final de la tregua el pasado viernes. Habría basura también por todas partes. El hambre y las enfermedades contagiosas se están extendiendo como la pólvora, según las agencias de la ONU. “Mis colegas humanitarios describen la situación como apocalíptica”, dijo Volker Turk, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos

El riesgo ahora es que Israel convierta el sur de la Franja en un territorio inhabitable, como ha hecho en el norte con su ofensiva de tintes genocidas. La CNN publicaba este miércoles que la intención inicial de sus líderes, luego supuestamente rebajada por la presión de Estados Unidos, era “arrasar la Franja de Gaza completamente”. No le falta demasiado, teniendo en cuenta que el 60% de sus edificios han sido destruidos o dañados, una suerte similar a la corrida por sus universidades, colegios, instituciones o campos de cultivo. Ese escenario que podría ayudar a Israel a ‘convencer’ a sus aliados de que no hay más salida que trasladar a toda la población del enclave a otros países, uno de los planes de limpieza étnica que baraja el Ejecutivo de Netanyahu, presentado concretamente por el Ministerio de la Inteligencia. 

Netanyahu reclama una Gaza desmilitarizada

El primer ministro israelí dijo el martes que sus tropas rodean en estos momentos Jan Yunis y Jabalia, en el norte. “No hay lugar al que no podamos llegar. Hemos tomado el control del cuartel de la Seguridad General de HamásNuestros valientes soldados combaten a los asesinos con mucha fuerza. Hay batallas cuerpo a cuerpo”. Sus militares sostienen ahora que en Jan Yunis no solo se esconderían los líderes de Hamás, sino también cuatro de sus principales batallones, casi intactos al haber permanecido en el sur durante estos dos meses de guerra devastadora. 

Netanyahu no ha presentado un plan para el día después de la guerra en Gaza. Hay quien dice que improvisa. Pero sí ha trazado algunas líneas rojas. El martes dijo que Gaza debe quedar completamente desmilitarizada y que será su ejército el que se encargue de implementarlo. “Ninguna fuerza internacional puede hacerse cargo de esto”, afirmó en un discurso descartando aparentemente que una fuerza multinacional de la ONU como la que opera en el sur del Líbano desde 2006 pueda hacerse eventualmente cargo del enclave. O de lo que quede de él, que no será mucho.