Elecciones EEUU 2024

Haley sufre y DeSantis domina en el último debate del año entre republicanos con Trump de nuevo ausente, protagonista y líder

Ha sido en Alabama, en un tenso encuentro de dos horas, tras el que no está claro que nada haya cambiado para Trump

Debate republicano de los candidatos a las primarias presidenciales.

Debate republicano de los candidatos a las primarias presidenciales. / Reuters

Idoya Noain

A 40 días para que las primaras republicanas arranquen con los caucus de Iowa, los cuatro candidatos republicanos que aspiran a evitar que Donald Trump culmine su abrumadora posición de ventaja y se consolide como nominado presidencial para 2024 se han medido este miércoles en el cuarto y último debate del año. Ha sido en Alabama, en un tenso encuentro de dos horas, tras el que no está claro que nada haya cambiado para Trump.

Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur que fue embajadora de Trump ante la ONU y que en las últimas semanas es quien ha reforzado más su candidatura ganándose apoyos entre votantes y donantes ha sido quien más ha sufrido.

Ese momento de auge que vive su candidatura la ha convertido en diana de su principal rival aparte de Trump: el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Unos días después de medirse en un debate con el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, DeSantis ha tenido su actuación más fuerte de los cuatro debates republicanos al abordar cuestiones como la inmigración y exponer su propuesta de mano dura, para la que ha usado a modo de alerta el ejemplo de Europa. “No podemos dejar a EEUU ser como Europa”, ha dicho, tras asegurar que el viejo continente “ha importando números masivos de gente que rechazan su cultura” y decir que “Europa está cometiendo un suicidio con la migración masiva”.

Los insultos y teorías conspiratorias de Ramaswamy

Haley también ha sido atacada constantemente por Vivek Ramaswamy, el joven multimillonario emprendedor que es el candidato que más fidelidad muestra a Trump y que con su actuación, plagada de insultos, ha recordado de nuevo por qué provoca tanto desprecio. Esta vez el arrogante Ramaswamy ha sumado a su menú la propagación de teorías conspiratorias, incluyendo la de que el asalto al Capitolio fue obra del “estado profundo”, que la agenda climática es “un gran timo”, que las elecciones de 2020 “fueron robadas por las grandes tecnológicas” o la racista y xenófoba del “gran reemplazo”, que en España promociona Vox.

Buena parte del tiempo Haley se ha quedado en segundo plano, exhibiendo una posición mucho más defensiva que en los tres debates anteriores. Y aunque ha arrancado ante los primeros ataques dando irónicamente las gracias por la atención que le prestaban sus rivales, y ha asegurado que “simplemente están celosos” de los apoyos que ella está cosechando, ha palidecido en cierta forma ante el ametrallamiento de asaltos.

Ha sido acusada, entre otras cosas, de haber sido “débil con China”, de estar atada a los intereses de grandes corporaciones y de los grandes donantes (incluyendo uno demócrata), de no ser contundente en las posturas sobre las personas transgénero o por haber defendido que nadie debería poder colgar mensajes en redes sociales de forma anónima, un asunto que ha desatado tormenta entre los conservadores, que acusan a las tecnológicas de censurar sus voces.

Ramaswamy ha acusado a Haley directamente y hasta con unas letras mayúsculas garabateadas en un papel de corrupción, la ha denostado como inauténtica y ha asegurado que está explotando su condición de mujer y las cuestiones identitarias que repelen a la derecha. La ha tildado de “fascista neocon” e incluso ha sugerido que sus credenciales en política exterior están infladas y ha cuestionado su capacidad. Y aunque la propia Haley ha asegurado que no merecía la pena gastar el tiempo en contestarle, ha contado con el apoyo de Chris Christie, el exgobernador de Nueva Jersey, que sí ha salido enérgicamente en defensa de la candidata como una mujer “inteligente y con logros” y ha logrado aplausos cuando ha instado a Ramaswamy callarse y le ha llamado “el fantasma más asqueroso de EEUU”.

"El mayor problema es Trump"

Christie ha sido, una vez más, quien ha vuelto a cargar de forma más contundente y efectiva en el debate contra Trump, aunque eso le haya valido abucheos del público y hasta ahora no haya servido para aminorar la abrumadora posición de favorito del expresidente, sobre quienes las tres moderadoras esta vez, en un debate retransmitido por la ultraconservadora cadena NewsNation, sí han hecho numerosas preguntas.

Christie ha dicho, por ejemplo, que cuando llegue noviembre de 2024 Trump no podrá votar porque habrá perdido ese derecho como alguien condenado por delitos. Ha insistido en que “no puede servir como presidente” y le ha llamado “dictador”, “matón” y “amargado”.

 “Si negamos la realidad tendremos cuatro años más de (Joe) Biden”, ha advertido Christie, que ha subrayado que “no hay mayor problema en esta carrera que Trump” y ha afeado el silencio o la tibieza de los otros candidatos a la hora de criticar al expresidente. En su caso ha intentado forzar a DeSantis, pero sin conseguirlo, a que contestara directamente si cree que Trump, a su edad (tendrá 78 años en las presidenciales), debe volver a ser el candidato.

 Solo al final del debate, en la declaración final, Haley ha sido contundente sobre Trump para presentarse como alternativa. “No podemos ganar al caos demócrata con caos republicano y eso representa Trump”, ha dicho, prometiendo a cambio si es elegida que "no habrá drama, venganza ni lloriqueos”.