Es viernes 16 de enero y los vecinos de la Ribera Alta contemplan impotentes la misma historia de todos los inviernos. El Ebro crece por las lluvias en su cabecera y en los afluentes, por el deshielo parcial de la nieve en las montañas y extensas zonas de cultivo se inundan aguas arriba de Zaragoza.

El resultado son esta vez unas 10.000 hectáreas anegadas en los términos de Pradilla de Ebro, Gallur, Cabañas de Ebro, Remolinos o Boquiñeni, principalmente de cultivo de col, brócoli, alfalfa otras hortalizas y cereales, junto a algunos daños en infraestructuras. En definitiva, fueron unos "daños extraordinarios" para una avenida calificada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) como "ordinaria". Y todo ello, porque como han vuelto a reiterar y denunciar autoridades locales y agricultores, "el cauce del río está sucio porque no se limpia de forma que cada vez que sube el caudal, el agua se desborda y arruina nuestros campos", aseguran.

Así, por ejemplo en Boquiñeni, donde se anegaron más de 500 hectáreas, "se va a perder todo el cultivo", aseguró su alcalde, Juan Manuel Sanz. Este municipio es uno de los que está a la espera de que la CHE construya un cauce aliviadero y una zona de inundabilidad para evitar que se aneguen las tierras. Aún así, Sanz reiteró que, para acabar con las riadas, "hay que limpiar el cauce para que pasen los 2.000 metros cúbicos que caben a su paso por Zaragoza". "Y lo que no quepa, que pase por las huertas, pero a cambio de alguna compensación para los agricultores", agregó.

En Remolinos se inundaron 800 hectáreas, 600 de ellas por el desplome de un terraplén que la CHE ya estaba reparando, según el alcalde, Alfredo Zaldívar.

En el caso de Gallur el agua cubrió más de 1.000 hectáreas y dañó también algunas instalaciones de riego y de captación de agua de boca porque como subraya el alcalde, Antonio Liz, esta población no se encuentra protegida por diques.

Y junto a este listado que se podría prolongar mucho más, también se vieron afectadas carreteras como la CP-0031 entre Pradilla y Boquiñeni y la travesía A-127.

URGE DRAGAR EL RÍO

Por todo ello, los alcaldes de estos municipios y las organizaciones agrarias de Asaja Zaragoza, UAGA y ARAGA han vuelto a manifestar que se considera una acción de "imperiosa necesidad" el dragado del Ebro y de sus afluentes y la limpieza de sus riberas, apoyando así las reivindicaciones de los alcaldes ribereños afectados por las crecidas del río.

De esta forma, Asaja considera además insuficientes las acciones que realiza la Confederación Hidrográfica del Ebro, e insiste en que es "muy urgente e imprescindible" el inicio de las labores necesarias para dejar el cauce de los ríos y sus riberas en condiciones óptimas para que la próxima avenida, sea ordinaria o extraordinaria, no cause daños a los agricultores de la ribera del Ebro que se muestran ya "hartos" de una situación que se repite cada año.