El judoca de Alagón Sergio Ibáñez acaba de conseguir la medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio culminando de manera brillante su sueño de participar en una cita olímpica. La competición en la categoría de -66Kg se celebró el viernes 27 de agosto en el mítico Nippon Budokan de la capital japonesa, conocido como el templo de las artes marciales.
Tras cinco años luchando por estar en Tokio, Sergio Ibáñez no se conformaba con participar y su objetivo era lograr el oro, sabiendo que había mucha igualdad entre los participantes, cualquier rival era peligroso pero el de Alagón no era inferior a ninguno.
En su primer combate contra el puertorriqueño Luis Jabdiel Pérez, Sergio llevó la iniciativa y dominó con claridad, ganando por ippon. El siguiente rival fue mucho más complicado ya que se trataba del número dos del mundo, el azerbaiyano Namig Abasli. El de Alagón logró sacarle dos amonestaciones, y en la técnica de oro, su rival tuvo que arriesgar y el judoca aragonés lo aprovechó para imponerse por wazari. En semifinales le tocó otro hueso duro, el georgiano Giorgi Gamjashvili, al que superó en apenas 43 segundos por ippon asegurándose la medalla.
En la final le esperaba el uzbeko Uchkun Kuranbaev con el que ya había perdido el pasado mes de junio en el Grand Prix de Warwick, torneo en el que ambos lograron la clasificación para los juegos. Esta vez, Sergio logró ventaja con dos shidos, pero en la técnica de oro Kuranbaev terminó ganando por wazari tras una decisión discutida de los jueces.
A pesar de terminar la competición con un sabor agridulce, Sergio Ibáñez estaba muy satisfecho por lograr una medalla de plata en su debut en unos Juegos Paralímpicos: «Es duro perder una final, sobretodo una final olímpica, pero ya en frío estoy muy contento y muy feliz de haber logrado una medalla. Hay que disfrutar de este momento que nunca sabes si se va a volver a repetir».
SATISFACCIÓN
Sobre su actuación el de Alagón comentó: «He hecho lo que tenía que hacer, lo que llevo preparando meses», y le dedicó la medalla a su familia, sus padres y sus hermanas, –«no estaría aquí si no fuera por ellos»–, y a sus entrenadores.
Desde su pueblo, Alagón, sus vecinos siguieron muy de cerca su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 a pesar de que la competición comenzó de madrugada por la diferencia horaria con la capital japonesa.
Muchos alagoneros se despertaron el viernes con la noticia de que Sergio se había clasificado para la final olímpica, y algunos se reunieron a las 11 de la mañana en la plaza de España para seguir el combate en la pantalla que puso el ayuntamiento a las puertas de la casa consistorial.
El Ayuntamiento de Alagón aprobó el pasado mes de julio que el polideportivo municipal lleve el nombre de Sergio Ibáñez Bañón. Dicho cambio de nombre se hará oficial en un acto que se celebrará próximamente cuando la agenda del deportista olímpico lo permita.
