Los Servicios Sociales de Valdejalón han realizado un balance del año que llevamos de pandemia en el que, pese a las dificultades y limitaciones impuestas por el covid-19, han trabajado sin descanso. En una primera fase, durante el confinamiento, la atención fue telefónica y únicamente se atendieron de forma presencial los casos urgentes. Durante este periodo se trabajó de forma intensiva para hacer posible que las ayudas llegasen a todas las personas que no podían cubrir sus necesidades básicas. También se ofreció el servicio telefónico de asesoría psicológica y socioeducativa a todas aquellas personas afectadas emocionalmente por la pandemia y la situación de confinamiento de los primeros momentos del estado de alarma.

En el mes de junio se procedió a una progresiva vuelta al trabajo presencial y de atención en todos los municipios de la comarca con medidas suficientes para garantizar la seguridad tanto de trabajadores como de usuarios: cita previa, mascarilla, pantallas, distancia y ventilación.

Pese a la avalancha de nuevos demandantes de ayuda, tanto en el confinamiento como en los meses posteriores, se han logrado gestionar la gran mayoría de las solicitudes y atender todas las demandas de apoyo psicológico.

PRINCIPALES CIFRAS

Durante el 2020 los Servicios Sociales han realizado 5.425 valoraciones. Los recursos aplicados han sido 3.496 y las personas atendidas 4.205. Entre los datos más destacables se encuentra el aumento de las ayudas de urgencia. La crisis provocada por la pandemia ha triplicado la tramitación de estas ayudas que en su mayoría se destinan a alimentación, que han pasado de 133 en 2019 a 398 en 2020, 12 de ellas de consumo energético. Mientras, se ha continuado atendiendo a los 288 usuarios del Servicio de Ayuda Domicilio y se han tramitado solicitudes de valoración y acceso a prestaciones a 360 dependientes. En el caso de personas con discapacidad la intervención se eleva a 94 personas y 190 son usuarios del servicio de teleasistencia.

El recurso de intervención familiar se ha aplicado en 188 ocasiones. A pesar de las dificultades, el seguimiento de los menores en situación de riesgo y las mujeres víctimas de violencia de género han continuado siguiendo los protocolos establecidos, y 19 menores y 15 mujeres han sido derivados a servicios sociales especializados. En el caso de la violencia de género se han instalado 17 dispositivos de alarma en la comarca. Desde la asesoría psicológica se ha dado apoyo a más de 160 personas que lo solicitaron.

A estas cifras se añaden las/os 541 temporeros y temporeras atendidos durante la campaña agrícola de 2020.

Por sectores el colectivo con mayor número de atenciones es el de personas mayores, seguido de la atención a familias, y en tercer lugar la población inmigrante que en la comarca tienen una alta representación debido a los programas que se realizan durante la campaña agrícola. En cuarto lugar, encontramos a las personas en situación de necesidad, seguidas por las personas con discapacidades, minorías étnicas y mujer.

Marian Urbano, directora de Servicios Sociales, explica que este año el volumen de la demanda ha sido muy superior, y además se ha caracterizado por la urgencia, la sobrecarga de trabajo, la enorme cantidad de solicitudes de ayuda económica, el cambio en el sistema de prestaciones económicas y la complicación de atender con distancia y medidas covid.

NUEVOS PERFILES DE USUARIOS

Los técnicos comentan su preocupación por la aparición de nuevos perfiles que irrumpieron en los Servicios Sociales al comienzo de la pandemia y hoy se encuentran consolidados. Forman parte ya de un sistema del que no se prevé que puedan descolgarse en los próximos meses, debido a la fuerte crisis económica que sufren los sectores económicos de los que proceden, y a la inestabilidad laboral en la que se encuentran. Conviven a su vez con aquellos perfiles ya cronificados que ven cómo su situación de vulnerabilidad social y sus problemáticas se acentúan, convirtiéndose así en un sector aún más susceptible de sufrir pobreza y exclusión.

Además de estos grupos poblacionales, preocupan las personas mayores que debido al aislamiento han perdido movilidad y cuya salud se ha visto deteriorada en el último año, y las personas que asumen el cuidado de dependientes que, como consecuencia del cierre temporal por la pandemia de los centros de día, han tenido que ampliar su labor con una dedicación a tiempo completo.

FATIGA PANDÉMICA

Así mismo, irrumpe con bastante fuerza una nueva tipología de usuarios: personas afectadas por la fatiga pandémica y al miedo al contagio. En el acompañamiento a las familias se ha podido constatar el aumento de las dificultades en el entorno familiar, especialmente en aquellas familias donde la precariedad económica, las malas condiciones de la vivienda o el hacinamiento han supuesto un incremento de situaciones conflictivas o de mayor desprotección de menores en riesgo social. Además, la privación de actividades integradoras y normalizadoras de ocio y tiempo libre, formativas, culturales o deportivas, que en la etapa pre pandemia se desarrollaban en el entorno, ha supuesto que aumente la brecha con los menores más vulnerables.

Otra consecuencia que se está percibiendo tiene que ver con la salud física y mental de los adolescentes, emergiendo disfuncionalidades en las relaciones sociales y relacionales, de autoestima, pero también relacionados con los hábitos de alimentación, descanso, práctica de ejercicio, o uso de la tecnología.

La directora de Servicios Sociales insiste que pese al gran esfuerzo que supone, su equipo se esfuerza porque la presión hacia un trabajo asistencialista no acabe con los programas de intervención social que actúan desde la prevención, participación y construcción de sociedades inclusivas.

Por su parte, la presidenta de de Valdejalón, Marta Gimeno, agradece una vez más el gran trabajo que se desarrolla desde los Servicios Sociales y el gran esfuerzo que han hecho durante todo este año.