DECLARADO BIEN DE INTERÉS CULTURAL

El trabajo integral destapa el valor cultural del castillo

La DPZ financiará un curso para difundir la técnica transversal

La distinción otorga protección patrimonial al histórico edificio.  | SERVICIO ESPECIAL

La distinción otorga protección patrimonial al histórico edificio. | SERVICIO ESPECIAL / LA CRÓNICA cronicas@aragon.elperiodico.com

La Crónica

El Castillo de Ricla es un caso pionero de éxito en la metodología transversal de investigación e intervención en patrimonio arquitectónico. Ha sido históricamente uno de los edificios con valor patrimonial más olvidados del patrimonio arquitectónico aragonés, e incluso quedó excluido del Catálogo de Fortificaciones Aragonesas con Valor Patrimonial realizado en el año 2006 por la DGA.

Su puesta en valor se inició con la cesión de la propiedad, conseguida en el 2019 y, tras varios años de planificación estratégica y gestiones administrativas, se aceleró en el 2021 cuando el Ayuntamiento de Ricla apostó por desentrañar los secretos de uno de sus tesoros casi olvidados. Abrazaron una metodología transversal que fusiona disciplinas orientadas al patrimonio, como arquitectura, arqueología, historia del arte y geología.

Tras más de dos años de trabajo, los resultados de la aplicación de esta metodología empiezan a ser visibles y la información recopilada de esta línea de intervención, que no se contenta solo con reestablecer las condiciones de seguridad y de estabilidad del edificio, sino que pretende ahondar y descubrir los procesos constructivos, etapas y modificaciones sufridas que a su vez reflejan los cambios en la forma de habitar de nuestros antepasados. Esto se logra a través de los hallazgos obtenidos con la documentación, y de unas intervenciones de restauración que permiten preservar la legibilidad por cualquier usuario de las distintas etapas constructivas del edificio.

Fruto de este proceso, el Ayuntamiento de Ricla ha logrado la declaración que distingue al Castillo de Ricla como Bien de Interés Cultural, otorgándole el más alto nivel de protección patrimonial, lo que garantiza la preservación a lo largo del tiempo del edificio.

Asimismo, la Diputación Provincial de Zaragoza, a través de la Institución Fernando El Católico, ha destacado la excelencia de la labor realizada y la importancia de la metodología con enfoques interdisciplinares. En consecuencia, se ha otorgado financiación para realizar un curso en 2024, con el propósito de impulsar tales intervenciones y fortalecer la difusión de esta innovadora metodología transversal. Se busca consolidar conocimientos e inspirar nuevos proyectos en el ámbito del patrimonio arquitectónico. Esta iniciativa aspira a convertirse en un referente, estimulando la colaboración interdisciplinaria y fomentando el compromiso hacia la preservación y comprensión profunda de nuestro legado histórico.

En este curso se formará tanto a profesionales especializados (arquitectos, arqueólogos, historiadores, etc.) como al público en general. Además, habrá una componente práctica en obras para que los participantes puedan aplicar los conocimientos adquiridos. Este enfoque posibilitará a los alumnos fusionar de forma sólida y arraigada los conocimientos.

Gran parte de la formación se realizará en el Castillo de Ricla, aprovechando las obras en curso para la parte práctica, y en el Gran Salón Principal del Edificio Palacio, que cuenta con un alfarje del siglo XV, como espacio de aula teórica. Ya hay muchos profesionales confirmados como docentes, entre los que están los arquitectos del estudio Arquitectura de Entorno: Pedro Bel Anzue y Javier Martínez del Ruste, los arqueólogos José Luis Ona y Héctor Arcusa, la historiadora del arte Victoria Trasobares, y los historiadores José Manuel Clúa y Álvaro Cantós.

El castillo emerge como un monumento restaurado y como un testimonio vivo de colaboración entre disciplinas y compromiso con la historia. La distinción de Bien de Interés Cultural y el respaldo para compartir esta metodología en un curso demuestran que desentrañar el pasado requiere un enfoque integral. Un legado rescatado, un presente enriquecido y un futuro más consciente.