La campaña vitivinícola de la Denominación de Origen Campo de Borja finalizó el pasado día 19 de noviembre, después de que en determinadas zonas en las localidades de Fuendejalón, Borja y Tabuenca se terminarán de recoger las últimas uvas. Los miembros del Consejo Regulador conocieron tres días antes los datos oficiales que sitúan esta cosecha como "la más generosa y abundante de toda la historia de la D.O. Campo de Borja, con cerca de 37 millones de kilos de uva", más de diez millones de kilos más que en el 2003, según consta en el informe de vendimia de este año. Habría que remontarse hasta 1979 para encontrar una campaña cercana en cantidad a la actual, teniendo en cuenta que la media histórica desde 1980 se sitúa en torno a los 20,3 millones de kilos.

Hasta el día 16, en que se cerraron los datos oficiales, la duración total de la vendimia había sido de 72 días, la más larga de la historia de la Denominación de Origen, debido fundamentalmente a las inclemencias meteorológicas del pasado mes de septiembre y al incremento de producción con respecto a otras campañas.

Este considerable aumento en la cantidad de uva recogida se debe, entre otras cosas, a que a lo largo del ciclo vegetativo no se han registrado heladas primaverales, y que el pedrisco, aunque afectó levemente en las zonas altas de la D.O., tuvo poca importancia tanto en superficie como en porcentaje de pérdida de peso. Estos dos fenómenos climatológicos, que en anteriores añadas han causado importantes pérdidas en Campo de Borja, este año apenas han tenido incidencia.

Por otro lado, las cuantiosas y bien distribuidas precipitaciones de invierno, primavera e incluso verano, han provocado un desarrollo espectacular del viñedo, que ha gozado durante todo el año de un crecimiento y vigor inusual en todos los municipios de la denominación de origen.

El efecto climático más negativo lo produjo la tormenta de los días 6 y 7 de septiembre que provocó graves inundaciones en unas 500 hectáreas de los viñedos de Borja, Magallón y Agón y que hizo temer por la sanidad de la uva, según se reconoce desde el Consejo Regulador.

Respecto a la calidad de la añada, el informe señala que debido al trabajo que desde hace varios años se está realizando en todas las bodegas, entre el 60% y el 70% de las uvas han sido de muy buena calidad y se han vendimiado en el momento óptimo de maduración, por ello, tras los oportunos procesos de vinificación "proporcionarán unos vinos de alta calidad", según las mismas fuentes. En el resto de la vendimia ha habido heterogeneidad en cuanto a su calidad, debido a las dificultades climáticas y los problemas derivados de las tormentas.

En cuanto a la recolección se refiere, el bloque de variedades de uvas tintas representa el 93,84% del total, aunque ha sido significativo el descenso de la variedad Garnacha, que ha bajado por vez primera del 70%, en beneficio de otras variedades como Merlot, Cabernet o Syrah.

Para el presidente del Consejo Regulador de Campo de Borja, Pedro Aibar, "la cosecha ha superado incluso las mejores expectativas que se tenían", a pesar de que "se han perdido tres millones de kilos debido a la tormenta de septiembre". En este sentido, Aibar señaló que "en las zonas inundadas se ha producido una pérdida de calidad por lo que esperamos que se nos ayude económicamente desde el Ministerio de Agricultura".

El responsable de la D.O., reconoció que "la superproducción de vino de este año, no sólo en Campo de Borja sino prácticamente en toda España, va a suponer un claro problema no sólo para la Administración sino también para las bodegas comercializadoras ya que el consumo en el mercado sigue siendo el mismo".