Óscar Jiménez Melero y Carolina Muñoz Marín ya han experimentado las ventajas en su casa de Borja de una caldera de biomasa en la que se puede quemar cereal, cáscaras de almendra, huesos de oliva, y otros productos, todos ellos naturales. La caldera puede proporcionar agua caliente y calefacción "y resulta mucho más barato", dice Óscar, quien supone un ahorro de combustible cercano al 40%, y "además las prestaciones son las mismas". Jiménez señala que "las emisiones son mucho menos contaminantes porque son materiales naturales".

Por su parte, Carolina asegura que este sistema "proporciona el mismo confort y no tiene olores" y reconoce que "estamos muy contentos con su funcionamiento". Según la empresa instaladora de Borja, Fontanería Emilio Aznar, "los equipos pueden costar en torno a los 6.000 euros aunque, a corto plazo, se amortizan y, hay subvenciones de la DGA para estas instalaciones".

Esta joven pareja es la primera de la comarca de Campo de Borja en utilizar este sistema de energía renovable que no contamina, y desde la empresa instaladora se asegura que "hay ya bastante interés por este procedimiento".

Todo el proceso de abastecimiento de combustible se inicia como los sistemas más tradicionales. La empresa encargada del mantenimiento y suministro, Bioenergía Borja, recibe el aviso para la recarga y procede llenar un depósito de 400 kilos, cuyo equivalente en gasoil serían 700 litros. De esta forma, llenar el depósito con material orgánico en lugar de con un derivado del petróleo supone un ahorro de más del 100%. Además, con un depósito estándar hay combustible para más de 20 días.

De todas formas, tanto Óscar como Carolina piensan que "hemos acertado en esta decisión y ya no nos asustan las restricciones de los derivados del petróleo. En la comarca hay combustible orgánico para que no pasemos frío", dice Óscar.

J. LERÍN DE PABLO