La Asociación Ciudadana de Muel (Sermo) organizó -con el respaldo de múltiples agrupaciones de todo tipo, de particulares y de expertos en arqueología- una concentración en el Cabezo de la Cruz, lugar de ubicación de yacimiento de la Edad de Hierro que se ve amenazado por el trazado de la autovía Somport-Sagunto.

Los organizadores de esta convocatoria en defensa del patrimonio aragonés y del desarrollo rural, dieron lectura a un manifiesto en que se expresaba el convencimiento de que la construcción de la autovía y la conservación de este yacimiento, ubicado en el término de La Muela pero a orillas del Huerva, son dos proyectos compatibles. De hecho, desde el Ayuntamiento de La Muela se ha planteado al Ministerio de Fomento el desvío del trazado original de la autovía en unos cientos de metros para salvar el yacimiento.

Al acto, que también incluyó un simbólico abrazo al yacimiento, acudieron representantes de numerosas asociaciones de la ribera del Huerva y del Campo de Cariñena, así como representantes de CHA en las comarcas de Valdejalón y el Campo de Cariñena.

En el yacimiento del Cabezo de la Cruz se encuentran los restos de un poblado de la Edad de Hierro, habitado posiblemente por los pueblos de la cultura de los campos de urnas , procedente de Centroeuropa. Según los sondeos realizados a finales del pasado año por un equipo de arqueólogos del Ayuntamiento de La Muela la riqueza de este yacimiento es muy importante porque se encuentra abundante material de la época intacto, lo que permite realizar una acertada aproximación a los modos de vida y a la sociedad de esta población.

Entre estos materiales, y además de piezas de cerámica prácticamente completas, todavía se pueden ver los muros de las cabañas y las calles del poblado. También se han encontrado cereales carbonizados y otra semilla sin identificar que podría ser cáñamo.

El ceramista Javier Fanlo descubrió este yacimiento junto al arqueólogo Francisco Burillo en 1975 y, en la actualidad, ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Aragón al considerar que los últimos trabajos realizados en la zona (a cargo del Ministerio de Fomento) han destruido parte del yacimiento.