El vino es el motor económico del Campo de Cariñena, pero la zona se alimenta también de una belleza paisajística que tiene uno de sus focos de atracción en la sierra de Algairén.

En Aguarón se ubica El Santo, una zona especialmente interesante desde el punto de vista de la naturaleza y a muy poca distancia del casco urbano. Y es además un espacio en el que junto a las instalaciones tradicionales de la ermita y del edificio que acoge actualmente una residencia de mayores, se han construido dos albergues, con el fin de impulsar las estancias tanto para grupos familiares o de amigos, como para los escolares que desean compartir unas jornadas de convivencia en cualquier época del año. Los dos edificios, de titularidad municipal, se ubican a 600 metros de altitud, en este bello paraje desde el que se contempla el Campo de Cariñena, con sus espectaculares viñedos que en este época del año saludan a los visitantes con sus poderosas hojas verdes y con el color rojizo de la tierra bien cultivada, junto a los carrascales asomando en las partes altas de la Sierra de Algairén.

Las instalaciones de residencia permiten la estancia de hasta cincuenta personas, distribuidas en las habitaciones de los dos edificios, cada uno de ellos con cocinas totalmente equipadas, así como salones y comedores y servicios. También se han construido habitaciones para los monitores, con baños independientes y con acceso para las personas con discapacidades.

Las salas y habitaciones del albergue cuentan con calefacción y con aire acondicionado, "todo para hacer más atractiva la estancia y para garantizar una comodidad en todo momento", refiere el alcalde de Aguarón, Lucio Cucalón.

Además, desde el Ayuntamiento se trabaja en la cesión de más terrenos próximos a los citados edificios con el objetivo de "ampliar la oferta con una zona de acampada, lo que permitiría acoger a grupos mayores, sobre todo de escolares, ya que en muchos casos solicitan más plazas de las que aporta el albergue", precisa el máximo responsable municipal.

A esta zona se accede por carretera desde Aguarón, y en su entorno existen además espacios cubiertos que ejercen de asadores, así como servicios abiertos al público que desea pasar una jornada en el campo. Concretamente, para las fiestas de San Cristóbal, la zona del Santo es el centro de reunión de los vecinos y de los asistentes a la fiesta, ya que en la plaza que delimitan la ermita y el edificio de la residencia se celebran vaquillas y otros actos festivos para los mayores y los más pequeños.