La segunda temporada de la EFB Ciudad de Cariñena ya está en marcha y se ha ido produciendo de forma escalonada en agosto. Una campaña que contará con la dirección y coordinación deportiva de Alberto Galindo y David Bernal, dos técnicos «de la casa» y con titulación nacional, tras haberse aprobado el proyecto el pasado 18 de junio en Asamblea General Extraordinaria por la Junta Directiva del club, presidida por Fran Lorente.

Para esta nueva campaña en la que el objetivo es seguir creciendo y convertirse en un referente del fútbol base en la Comarca del Campo de Cariñena, el club va a añadir una nueva categoría para competir y de la que ya ha tenido una importante respuesta de la franja de edad a la que va destinada, benjamín 8. Desde la coordinación deportiva del club se considera fundamental la creación de la misma para dar un adecuado progreso deportivo a los jugadores provenientes de la escuela de iniciación y del fútbol sala.

De esta forma, con esta incorporación, que se sumará a la de alevín, infantil, cadete y juvenil, son cinco las categorías en las que la EFB Ciudad de Cariñena tendrá representación en la próxima temporada 2018/2019. Además, la entidad también dispone de la escuela de iniciación, donde se dará cobertura a los principiantes en este deporte, con dos sesiones de entrenamientos semanales. Desde la escuela se intenta formar a sus pupilos desde la más tierna infancia hasta los años más trascendentales en su trayectoria como futuros profesionales del balompié.

ACUERDO CON AT. CARIÑENA

Tanto es así que, en un manifiesto gesto de colaboración y con el fin de apostar por el fútbol y dar continuidad a los jugadores del municipio, el presidente de la EFB; fran Lorente Pelegrín, y el presidente del Atlético Cariñena, Luis Nivela, rubricaron el acuerdo de filialidad que mantendrá unidos a escuela y conjunto las dos próximas temporadas. Con la firma, los jugadores de la EFB en edad juvenil podrán disponer de un hueco en las filas del Atlético Cariñena, en función de las necesidades deportivas.

Con todo ello, el presidente de la Escuela de Fútbol Ciudad de Cariñena se muestra optimista de cara a la nueva temporada.

—¿Qué balance hacen de la temporada pasada?

—Satisfactoria. Poner en marcha cualquier tipo de asociación requiere de un gran esfuerzo. En este caso, perseguimos que los chavales se lo pasen bien, que cada acción vaya encaminada hacia la formación y aprendizaje, todo ello haciendo deporte, en este caso fútbol.

Esta primera temporada nos ha servido para aprender, pero hay un gran margen de mejora. Los primeros meses fueron complicados, ya que por primera vez se ponía en marcha una escuela de fútbol en la localidad con plena autonomía, se creó una Junta Directiva en el club y además se contó con una empresa profesional para gestionar la parcela deportiva. A partir de ahí se comenzó a trabajar y se pudo sacar adelante una temporada que nos ha llenado de orgullo y experiencia, y nos ha permitido corregir errores de cara a esta segunda campaña.

Asimismo, este éxito también es gracias al apoyo que se ha dado y se está dando actualmente desde la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Cariñena, en la persona del concejal Marco Antonio Campos, y del coordinador de Deportes de la Comarca Campo de Cariñena, José Miguel Plumed. Y aunque en el aspecto deportivo los resultados nos han sido los esperados, pero hemos contado con un equipo técnico comprometido y los chavales han evolucionado.

—¿Cuántos deportistas componen la EFB Ciudad de Cariñena?

—La temporada pasada pasaron 103. Destacamos de manera especial a los pequeños de la escuela de iniciación, que son el verdadero soporte y los cimientos en los que tiene que crecer nuestra escuela. Este año querríamos igualar la marca y estamos trabajando para conseguir este objetivo.

—¿Cómo fue la labor de presidente de la Junta Directiva en la Escuela la campaña anterior?

—Todos los miembros de la Junta fuimos propuestos desde la Concejalía de Deportes, impulsora del proyecto, para darle forma legal al club. En principio, y al estar la parcela deportiva gestionada desde una empresa privada, este detalle no nos comprometía más allá de que nuestro nombre figurara en documentación para darle estructura a la propia escuela. Con el transcurso de la temporada, los miembros de la junta nos mostramos más participativos. En mi caso, he vivido la campaña con intensidad, comunicándome con el resto de la junta -conformada por una mujer y cinco hombres— y con la dirección deportiva constantemente. Asimismo, me propuse visitar los vestuarios para ponerme a disposición de los chavales. Fueron reuniones muy interesantes en las que conocimos de primera mano cómo se veían como equipo y qué esperaban del equipo técnico y la directiva. También he intentado mediar en los conflictos normales de la temporada. En general me siento satisfecho con la labor realizada y espero volver a vivir una temporada llena de emociones, abogando por el trabajo, la disciplina y sobre todo el compromiso.

—¿Qué conclusión obtuvo de las visitas?

—En general, salvo alguna excepción, que los técnicos están haciendo su labor. Los chavales quieren pasarlo bien jugando al fútbol y estar con sus amigos. La mayoría son conscientes de que se deben cumplir unas normas y respetar las instalaciones. Como curiosidad, hubo algún tirón de orejas por parte de los jugadores hacia el comportamiento de algún padre o de la grada en general. Es algo en lo que debemos trabajar.

—¿Van a hacer algo al respecto?

—Es muy complicado, los padres y madres son parte importante de la escuela, pero únicamente como eso, como padres y madres. La escuela no tiene socios, por lo tanto el único órgano con capacidad de decisión es la Junta Directiva. Asimismo, tenemos sobre la mesa un proyecto a desarrollar en varias fases, propuesto por una empresa especializada en este campo, que tratará de involucrar a padres y madres como deportistas pasivos. Es importante que su comportamiento sea ejemplar.

-¿Cómo se financia la EFB?

—Este primer año ha sido complicado de gestionar económicamente, ya que las subvenciones son por año natural y en nuestro caso los presupuestos son por temporada, lo que significa que cada una de ellas está subvencionada por parte de dos años naturales. El fútbol en el medio rural resulta a veces difícil de gestionar. Un año hay carencia de jugadores en una determinada edad y al siguiente en otra categoría. Buscamos ser un referente en fútbol base, por ello queremos estar al alcance de todos los bolsillos, con cómodos pagos aplazados. El resto de gastos, como pueden ser los desplazamientos a otra localidad dentro y fuera de la comunidad, se financian con el apoyo del Ayuntamiento de Cariñena y de la Comarca Campo de Cariñena. Por otra parte, además de disponer de recursos propios y colaboraciones de empresas locales y comarcales, contamos con el patrocinio de Bodegas San Valero, cuya marca aparece en nuestras camisetas.

—¿Cómo se afronta la temporada 2018/2019?

—Con mucha ilusión, procurando no tropezar en las mismas piedras, evitando errores que nos han hecho aprender y encajando críticas. Tenemos muchas ganas de trabajar para que más de cien deportistas en edades de formación disfruten del fútbol, y que vayan adquiriendo los importantes valores del deporte, que lejos de los resultados deportivos, son nuestro verdadero estandarte. Por otra parte, la creación de una nueva categoría, benjamín 8, nos va a permitir seguir creciendo como club y cubrir una franja necesaria entre el fútbol sala y el fútbol 11. T