El Ayuntamiento de Cosuenda ha finalizado la restauración del Torreón de la Lisalta. El consistorio adquirió el inmueble en 2018, tras un proceso de expropiación muy costoso, y en solo tres años ha conseguido restaurarlo completamente después de medio siglo de abandono absoluto por la propiedad privada.

La restauración se ha realizado en tres fases. La primera se acometió en 2019 con un presupuesto de 74.000 euros a través del Plan de Restauración de Bienes Inmuebles de Propiedad Municipal de la Diputación Provincial de Zaragoza por el que el 60% del coste lo sufragaba DPZ y el 40% restante el ayuntamiento. La segunda fase se desarrolló en 2020 con un presupuesto de 48.400 euros a través del PLUS (Plan Unificado de Subvenciones) 2020 de la institución provincial. Y la tercera y última fase se ha llevado a cabo este año con un presupuesto de 48.400 euros que también se ha sufragado a través del Plan de Restauración de Bienes Inmuebles (con el 60% de la DPZ y el 40% del consistorio).

El torreón del siglo XV, que era de titularidad eclesiástica, fue vendido a un particular en 1968, que lo compró para desarrollar un proyecto turístico pero no hizo nada. Desde entonces, el Ayuntamiento de Cosuenda solicitó al propietario en varias ocasiones que arreglara el edificio. En 1997, el consistorio aprobó un informe que señalaba que el torreón se encontraba en condiciones de abandono y ruina, pero el propietario desistió de cualquier actuación.

En 2004 el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón mostró su colaboración para la preservación de este Bien de Interés Cultural y se encargó un informe del estado en el que se encontraba el torreón.

Tras producirse disputas en la familia propietaria por la herencia del edificio, en 2013 el propietario lo vendió a otro particular, y el Ayuntamiento de Cosuenda solicitó a la Consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón que realizara el derecho de tanteo y retracto a favor del consistorio pero no recibió contestación. Ante la negativa, el Ayuntamiento de Cosuenda aprobó un informe jurídico para negociar con el propietario la compra y dar un plazo de cinco meses para presentar proyecto de restauración. El alcalde se reunió con el propietario para la compra por el mismo precio al que lo adquirió (8.000 euros), más impuestos, sin éxito.

En 2014 se realizó en el municipio una recogida de firmas (650) para que el Gobierno de Aragón intermediara con el nuevo propietario para enmendar el error y agravio hacia Cosuenda. Ese mismo año el ayuntamiento acordó en pleno iniciar los trámites para la expropiación forzosa del monumento por interés social. Durante el proceso, el propietario interpuso varias denuncias contra el Ayuntamiento de Cosuenda y contra el propio alcalde que fueron archivadas. Finalmente en 2018 el torreón pasó a ser propiedad municipal.