El respeto al medioambiente y la reducción del cambio climático son algunos de los objetivos principales que la humanidad debe alcanzar para mejorar su estancia en el planeta y la salud de este. En esta línea, Grhusa (Gestión de Residuos Huesca) lanza una nueva campaña para conseguir que toda la sociedad aragonesa se conciencie de la importancia de una correcta gestión de los desechos.

Reducir, reutilizar y reciclar son los tres pasos a seguir para que empresas como Grhusa puedan realizar correctamente su trabajo. «Son tres momentos clave, que suponen la noche y el día: reducir, reutilizar y reciclar pueden conseguir hacer una buena gestión de los residuos o no poder hacerla», explica Teresa Viu, gerente de esta empresa oscense.

Viu asegura que «hacer un buen trabajo en origen» es fundamental para que el proceso de gestión de los residuos se pueda hacer de la mejor forma posible. Existe un mensaje claro: «Es responsabilidad de todos». Que toda la sociedad se implique favorece el trabajo de las empresas de residuos, ya que «si tenemos un cubo en el que echamos todo, en Grhusa lo recogeremos de un solo contenedor y lo llevaremos al vertedero, que es la peor opción dentro de la gestión medioambiental».

NUEVAS PRÁCTICAS

Interesados en reducir el impacto en la naturaleza que provocan los desperdicios humanos, en Grhusa no dejan de buscar soluciones para conseguir que la relación entre el ser humano y su entorno sea lo más sana posible. Por ello, entre las nuevas medidas que esta empresa aragonesa está llevando a cabo para mejorar el tratamiento de los residuos se incluyen un nuevo contenedor a pie de calle y la proliferación de los compostadores comunitarios.

Este nuevo contenedor, de color marrón, ya se puede ver en varios puntos de la capital oscense. «Queremos facilitar así el reciclaje de toda la materia orgánica», señala la gerente de Grhusa. El objetivo de la empresa altoaragonesa es colocar contenedores de este tipo en todas las ciudades oscenses de más de 5.000 habitantes. Los próximos movimientos llevarán a este contenedor marrón hasta municipios como Jaca o Sabiñánigo.

Ambos elementos están destinados a mejorar la gestión de los residuos generados por la materia orgánica. «En la sociedad tenemos que aprender a hacer un correcto tratamiento de este tipo de materia, saber colocarlo en su propio contenedor y conocer el destino de estos residuos», indica Viu, que considera muy eficiente la conversión de los residuos en compost.

Los compostadores comunitarios o individuales son la última puesta en escena de una empresa, Grhusa, que no cesa en su búsqueda de nuevas soluciones medioambientales. Estos aparatos han llegado para cambiar todo el sistema: «Podríamos fabricar compost, reducir el consumismo en el que vivimos y desarrollar una economía circular».

Pese a que la actitud de la sociedad frente al cuidado del medioambiente siempre se puede mejorar, Viu está contenta con las últimas tendencias respecto al tema: «Cada vez más políticas van en esta dirección por lo que cada vez más gente está sensibilizada con esta situación y con el respeto al medio ambiente». Los ciudadanos, con Grhusa de la mano, tienen la oportunidad de revertir una situación que debe cambiar, antes de que sea demasiado tarde.