Si algún día se ve en la tesitura de enfundarse el traje de guía turístico para un amigo extranjero y, de repente, se cruzan en su camino la sed y el cansancio, rece porque la obligada visita a la plaza del Pilar ya haya transcurrido. El susto que puede llevarse en la mayoría de las terrazas lo ahuyentará para siempre de la zona más emblemática de Zaragoza. Tomar un refresco en tres locales seleccionados al azar por este diario costó 2 euros, 2,10 y 2,65 (332, 350 y 440 pesetas). "No me dirá que no merece la pena tomarse una cervecita con el Pilar de fondo", argumenta un camarero ante la cara de asombro del cliente.

"Yo paso de gastarme tanto en una caña; además me sienta mejor la del bar de mi barrio", afirma Manuel, mientras apura su botellín de Ambar en una terraza de la calle Rioja. Un refresco en cualquier velador del barrio de Las Delicias suele costar apenas 1,30 euros; pero hay vecinos que buscan algo más. "Llevo muchos años viniendo a las terrazas de la plaza del Pilar. Me relaja esta estampa. Lo único que veo mal, sobre todo, para los turistas, es que no ponen fuera una lista de precios", comenta Juan Jiménez, un zaragozano de 70 años.

Precisamente, ésta es una de las quejas más recurrente entre los clientes. Una demanda ante la que poco se puede hacer, ya que la normativa de los establecimientos del Grupo 1 (bares y cafés) sólo obliga a exhibir la lista de precios dentro del local. "No creo que lo relevante sea que los precios estén fuera o dentro, sino que los consumidores tengan la posibilidad de consultar una lista, además de exigir el recibo. Es su derecho", explica el concejal de Consumo del Ayuntamiento de Zaragoza, Miguel Gargallo. De todas formas, desde el consistorio se recomienda confiar en los hosteleros, "porque son profesionales".

Gargallo reconoce, asimismo, que algunos bares se exceden al cobrar casi tres euros por una consumición o incluso más si el turista es extranjero y no se entera de los precios oficiales. Esto es lo que le pasó a José, un turista portugués, hace unos días en la plaza del Pilar. "He pagado tres euros", contestaba sin ser consciente de que acababa de ser estafado . Según la lista de precios del bar en cuestión, un café americano (simplemente con más agua) cuesta 1,70 euros. A José le costó tres; sólo porque tenía cara de guiri .

Pero las quejas no sólo están en el bando de los consumidores. Muchos hosteleros zaragozanos protestan por los altos alquileres que deben pagar al ayuntamiento para poder poner sus terrazas. "Creo que es excesivo. Yo estoy pagando algo más de 30 euros al año por cada mesa y eso que no es zona centro", se lamenta el dueño de una cafetería cercana a la plaza Roma. Por su parte, los hosteleros de la plaza del Pilar desembolsan cada año "algo más de 50 euros" por mesa. Desde el consistorio se consideran "razonables" las tasas y además se insiste en que los veladores les reportan unos beneficios muy apetecibles.

Y es que los suplementos que cobran los hosteleros alcanzan, en algunas ocasiones, los 0,60 céntimos de euro. "Me acabo de quedar helado. He pagado un plus de 0,60 (20 de los antiguos duros) por estar aquí fuera", balbucea José mientras clava sus ojos incrédulos en el ticket de compra. Ya lo saben; se ha abierto la veda. Si se sientan en una de estas terrazas sean precavidos y cálcense un chaleco recio. Uno a prueba de sablazos .