Una mayor presencia policial y cambios realizados en la organización del cierre de la carpa municipal favorecieron la salida escalonada y sin incidentes de las miles de personas que disfrutaron en Valdespartera e Interpeñas de la última noche del Pilar. Los problemas a consecuencia de las aglomeraciones vividas las dos madrugadas anteriores en uno y otro lugar se resolvieron y permitieron a los autobuses públicos absorber el flujo de usuarios sin contratiempo alguno.

La trifulca la noche del jueves al viernes en Interpeñas, con el resultado de un detenido por agredir a un policía, y las quejas de los usuarios recogidas ayer por EL PERIÓDICO a causa del caos de tráfico generado en torno a Valdespartera durante el puente del Pilar llevó el mismo viernes a la teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carmen Dueso (y también el sábado, junto a la concejala de Cultura y Festejos, Pilar Alcober), a solicitar al delegado del Gobierno un refuerzo policial para ambas zonas de ocio nocturno.

El objetivo era que no se repitieran los incidentes acaecidos esa misma madrugada. Miles de personas se abalanzaron en segundos a la veintena de autobuses que pasadas las seis de la mañana esperaban en la avenida Casablanca al cierre de la carpa para que les trasladaran al centro de la ciudad. El resultado fue de cinco autobuses dañados, con lunas, puertas y mamparas interiores rotas.

LA SOLUCIÓN Pero el problema añadido fue que todos ellos invadieron la calzada, cerrando la salida de los autocares. El caos se salvó habilitando un carril de salida para estos vehículos y organizando al personal, de manera que pudieran entrar en los vehículos. Aunque muchos ya habían decidido volver a pie hasta donde vieran un taxi.

La solución adoptada para ambos recintos para la madrugada del domingo fue precisamente el dotar de más policía --incluida la ayuda de los UAPO ( Unidad de Apoyo Operativo)-- la salida de ambos feriales, creando una especie de pasillo de protección a los autobuses, cuya flota, según TUZSA, fue idéntica a la de las noches anteriores.

Además de dar prioridad de paso a los buses, también fue importante la decisión de modificar el sistema de clausura de la carpa. Así, en lugar de cerrarse de golpe, se hizo de manera más escalonada tanto en las barras como en el mismo proceso de apagar la música. De este modo, los ciudadanos abandonaron el recinto de forma gradual, se solucionó el problema de la creación de una avalancha y los autobuses fueron ocupados ordenadamente.

NORMALIDAD Todos las fuentes oficiales consultadas aseguraron ayer que la salida de ambas carpas de madrugada se produjo con total normalidad y sin nigún tipo de incidente. Y desde la compañía de TUZSA se añadió que el servicio funcionó con normalidad.

Con respecto a la jornada diurna, en Valdespartera volvieron a repetirse las colas de vehículos particulares. La propia Policía Local certificó que el aparcamiento estuvo desbordado prácticamente todo el día. Y que, a las 20.00 horas, el problema era de salida, con unos 300 vehículos esperando en fila.

Tampoco hay que olvidar los puntos en los que tradicionalmente cada año se forman retenciones, como en la Feria de Muestras o, a determinadas horas, en el parque de atracciones. Sin embargo, el momento de mayor densidad de circulación en la capital aragonesa durante todo el Pilar se registró en la tarde del 12 de octubre, entre las 20.00 y las 22.30 horas. Ese periodo, según datos aportados por el propio ayuntamiento, fue también el de máxima movilidad en el entorno del ferial de Valdespartera.