La reforma sobre el tiempo de trabajo que permitirá ampliar la semana laboral hasta las 65 horas ha puesto en jaque al movimiento sindical de la comunidad. Desde UGT Aragón, la decisión de la Unión Europea (UE) se califica como una "agresión directa" a los derechos de los trabajadores y se destaca que supondría una "regresión" en materia de conciliación y seguridad laboral. Además, se subraya que la directiva "haría tambalear" el actual modelo productivo que pretende primar la competitividad. En la misma línea, CCOO Aragón considera que es un planteamiento "retrógrado" que pone en riesgo el "sistema de bienestar" del territorio comunitario.

"De aprobarse la reforma, para la que no se ha contado con la opinión de los sindicatos, estaríamos ante uno de los retrocesos más graves de los derechos de los trabajadores", critica el secretario general de UGT Aragón, Julián Lóriz, que no descarta la posibilidad de realizar movilizaciones a nivel europeo, si la UE mantiene su postura. Y es que, en opinión de Lóriz, la modificación de la directiva, que representaría un "obstáculo" para la conciliación laboral, podría llegar a afectar a algo "tan serio" como la seguridad en el trabajo. "Es algo evidente porque, a más tiempo, más fatiga y más posibilidades de tener un accidente", sentencia.

EL MODELO PRODUCTIVO. Además, advierte de que el cambio en la directiva supondrá un "claro perjuicio" para el modelo productivo europeo y español: "Va en contra del crecimiento basado en la innovación y el valor añadido y refuerza la estrategia del coste salarial, algo muy negativo de cara a un futuro". Por otra parte, y en opinión de Lóriz, uno de los sectores "más perjudicados" sería el sanitario. En este sentido, denuncia que el tiempo inactivo de las guardias --por ejemplo, cuando un médico duerme en un hospital-- podría no considerarse tiempo de trabajo. "Estas horas de descanso pasarían a tener otra consideración", lo que podría reducir el salario.

En la misma línea se manifestó Julián Buey, secretario general de CCOO en Aragón. "Desde cualquier perspectiva que se mire nos parece que es una medida regresiva, que lo que hace es dar alas a la parte más retrógrado del empresariado", sentenció. La reforma "es una visión absolutamente economicista y no humanista", lamentó. A su juicio, la solución para ganar en productividad y competitividad pasa "por la mejorar los sistemas productivos e invertir en tecnología".

LA AMENAZA CONTINÚA. Con todo, desde varias fuentes ya se ha apuntado que no será tan fácil alargar la jornada laboral en España, ya que está regulada por el Estatuto de los Trabajadores. Algo que no tranquiliza del todo a Lóriz, que insiste en que la reforma supone una "amenaza", porque deja la puerta abierta a nuevas modificaciones en la misma dirección. "Si la normativa europea amplía la jornada siempre puede llegar un gobierno en un momento dado y plantear lo mismo escudándose en que la UE ya ha actuado en ese sentido", explica Lóriz.

Por su parte, la patronal aragonesa señala que en el debate de las 65 horas semanales de trabajo "no existe un acuerdo total todavía", sino que detrás él subyace una "necesidad de compatibilizar la seguridad del puesto de trabajo por parte del empleado y la coyuntura que obliga a las empresas a adaptarse a los picos y valles de la actividad productiva", apunta desde la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), José María García. Es lo que muchos llaman flexiseguridad.

Así, en la actual coyuntura de crisis se podrían evitar despidos y expedientes de regulación de empleo, de la misma forma que cuando hay un exceso de trabajo en las compañías se requeriría mayor flexibilidad y disponibilidad, por parte de los trabajadores. Sin embargo, a juicio de García, esta decisión habría que adoptarla "a través del equilibrio, del consenso y del diálogo social".