Sanear las cuentas públicas, mantener los servicios con una gestión austera y, al mismo tiempo, reactivar la economía para crear empleo son los titánicos objetivos que se han marcado los nueve consejeros del Gobierno de Luisa Fernanda Rudi, que quedó constituido ayer tras una austera ceremonia de toma de posesión al aire libre en el Pignatelli.

El martes, Rudi y el presidente del PAR, José Ángel Biel, firmarán en las Cortes el pacto de gobernabilidad. Durante la semana tendrá lugar el primer Consejo de Gobierno, que fijará la estructura del Ejecutivo. La designación de los segundos y terceros niveles seguirán hasta entrado agosto.

Rudi, que definió el nuevo ejecutivo como "un Gobierno de todos", recordó a sus consejeros que "en épocas difíciles los responsables públicos tenemos que dar la talla". "Por dedicación no va a quedar", añadió, antes de apelar al diálogo y mostrar su confianza en lograr "una buena simbiosis con las Cortes".

El encargado de dar fluidez a la relación con la Aljafería será Roberto Bermúdez de Castro, consejero de Presidencia y número 2 del Ejecutivo, que se marcó como objetivo que "el Parlamento se convierta en el centro de la vida política aragonesa". También asume Justicia, donde apostó por la continuidad para implantar la nueva oficina judicial.

EL HOMBRE FUERTE El hombre fuerte del Gobierno es el jacetano Mario Garcés, un inspector de Hacienda e interventor que se hará cargo de Hacienda y Administración Pública. Consciente de que llega a la DGA en "un momento crítico", pidió a los medios "dos días para hacerme cargo de una situación comprometida y complicada" para cuyo remedio anunció las primeras recetas: un "plan de choque", una ley de estabilidad y transparencia presupuestaria --techo de gasto y limitación del endeudamiento-- y un "plan de viabilidad de las empresas públicas", un conglomerado de 75 sociedades gestionadas casi sin control parlamentario.

Garcés anunció para octubre "las primeras evaluaciones sobre las empresas públicas y las fundaciones y el primer plan de viabilidad con diagnóstico" sobre ellas, en el que "es evidente que desde la perspectiva de un contexto de austeridad no todas deberían permanecer". Declinó dar detalles y se limitó a señalar que el análisis, "empresa por empresa", se centrará en las cuentas de resultados y las plantillas, cuya continuidad calificó de "prioridad".

El otro peso pesado de los números, el consejero de Economía, Francisco Bono, tiró de liberalismo en su primera intervención: "Hay que crear el marco adecuado para que quien crea empleo, que son las empresas, pueda hacerlo", dijo antes de anotar que "el empleo no se crea por decreto". Apostó por "marcar pau-tas de exportación" con las cámaras de comercio para que las empresas aragonesas puedan "salir a vender fuera hasta que se recupere el mercado interior".

El nuevo responsable de Obras Públicas, Rafael Fernández Alarcón, ofreció un semblante keynesiano al apostar por que la construcción de infraestructuras sea "una palanca para el mejor desarrollo de Aragón y la creación de empleo". También consideró "urgente" desdoblar la N-II y la N-232. Federico García López, que dirigirá Agricultura y Medio Ambiente señaló como objetivos incorporar a más jóvenes a la agricultura y promocionar a los emprendedores en esas áreas.

VETERANOS Los veteranos Modesto Lobón y Antonio Suárez, miembros del equipo municipal de Rudi, asumen las carteras de Política Territorial e Interior y de Innovación. Suárez anunció "ajustes competenciales" en las comarcas y señaló como proyectos clave la Ley de Capitalidad y --tras dos intentos fallidos de la coalición PSOE-PAR-- la de Coordinación de Policías. Lobón remarcó el cariz liberal del Ejecutivo: "No se trata de que el Gobierno impulse la sociedad, sino de que organice una dinámica para que la sociedad saque su potencial".

Dolores Serrat se hará cargo de Educación, y el economista Ricardo Oliván asume Sanidad, Bienestar Social y Familia con el encargo de "aplicar gestión". Aunque ve "las tijeras" como "necesarias en estos momentos en todos los departamentos", rechazó medidas como el copago --"no entra en nuestro programa", insistió-- y aseguró que "en Educación y Sanidad vamos a hacer lo posible por mantener el nivel actual de servicios en cantidad y en calidad", incluido el desarrollo de la atención a los dependientes.

Serrat, la única mujer consejera --"este es un gobierno que no se ha hecho por cuotas, ni de sexo ni de territorio. La presidenta ha optado por criterios de mérito y capacidad", zanjó--, anunció que Rudi asumirá el conflicto de los bienes de la Franja.