La situación en el centro zaragozano fue ayer muy diferente de la vivida el primer día de obras de la segunda fase del tranvía. Los colapsos que se vivieron con especial intensidad en Paraíso y Constitución disuadieron a los zaragozanos de atravesar estos puntos y optaron por vías alternativas, aunque también hubo algunos que dejaron el coche en casa. La plaza soportó hasta 30.000 vehículos menos de los 80.000 que la atraviesan normalmente y eso se notó en la disminución de las aglomeraciones.

El tráfico rodado se autorreguló y durante todo el día la circulación fue bastante fluida salvo algunos momentos concretos, como las horas punta. El eje de Corona de Aragón y San Juan de la Cruz, así como Tomás Bretón y en buena medida, la avenida Goya, fueron las vías que absorbieron la mayoría del tránsito. El tercer cinturón también se convirtió en la alternativa para muchos zaragozanos, especialmente para los movimientos entre barrios. Desde Movilidad acogen con satisfacción este cambio, pero también con cautela y advierten a los conductores de que Paraíso sigue siendo un punto a evitar.

OTRAS VÍAS Otras zonas conflictivas, como Echegaray y el puente de Santiago registraron una circulación abundante, aunque tampoco hubo problemas ni se revivieron los colapsos del martes. Las afecciones se dejaron notar ayer por primera vez en Parque Goya y Actur, que notaron los efectos de las obras unas horas después que el centro. Mientras que en el Actur los dos carriles garantizan una circulación regular, en Parque Goya se produjeron algunos atascos en la rotonda de la avenida Academia General Militar a primera hora de la mañana.

Desde el ayuntamiento observan con atención el avance de las obras y los movimientos de los conductores. El martes ya se planteó una modificación con respecto al plan de obras actual. Desde el primer día de trabajos está prohibido girar a la derecha (hacia plaza Paraíso) desde la calle Bilbao y tan solo se puede ir hacia la Puerta del Carmen. Los servicios de Movilidad explican esta medida como solución a un punto que podía ser "conflictivo". Los técnicos municipales continuarán afinando la regulación semafórica, algo que ya hicieron el martes, para ajustar al máximo los tiempos.

Los autobuses también superaron ayer la prueba del primer día y funcionaron con mucha más regularidad. Si el martes los retrasos llegaron a ser de 40 minutos, ayer se produjeron en momentos puntuales, como por ejemplo a mediodía, y no superaron los doce, según indica TUZSA.

El presidente del comité de empresa, Javier Anadón, contradijo esta versión y afirmó que líneas como la 24 tuvieron retrasos de 25 minutos. Defendió además la limitación de tráfico privado y el establecimiento de un horario determinado para las furgonetas de reparto. Desde la empresa indicaron que están abiertos a realizar modificaciones sobre el plan actual, dependiendo de los cambios en el tráfico rodado. Sin embargo, fuentes de la compañía apuntaron que por el momento lo que toca es observar la evolución y con el tiempo se adoptarán las medidas necesarias.