es la mayor cantidad de menores que ha llegado a Aragón. Sin embargo, a partir de entonces se produjo una reducción progresiva que ha llevado a que en los últimos años apenas se sobrepasen los 100 menores que recalan en la comunidad anualmente procedentes de otras comunidades o países. Los expertos niegan que la crisis haya afectado tanto a la demanda como a la oferta y, de hecho, advierten de que se mantienen las solicitudes, aunque el mayor rigor en el procedimiento por parte de otras naciones ha prolongado la espera y, por consiguiente, ralentizado la llegada de niños.