El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, a través de su director general de Universidades, Tomás Martínez, se comprometió ayer a tener en cuenta la opinión de los alumnos antes de hacer públicas las medidas de ajuste que afectarán a la universidad.

Martínez, que recibió una carta entregada por la presidenta del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, Claudia Lorente, en la que se exponían las quejas del colectivo estudiantil, aseguró que los alumnos del campus tendrán conocimiento del contenido de esas medidas antes de hacerlas públicas y una vez que se lleve a cabo el encuentro de la comisión mixta entre la Administración y los representantes de la institución académica. De momento, esa reunión todavía no tiene fecha.

Ayer, la consejera de Educación, Dolores Serrat, calificó de "lícita al estar ejerciendo un derecho legítimo" la manifestación de los estudiantes y se mostró confiada en "encontrar la mejor solución y la menos lesiva a los intereses de todos".

En este sentido, Serrat, que acudió a la inaguración de la sexta edición del Congreso Nacional del sector de enseñanza del sindicato CSIF, abogó por "redoblar esfuerzos" para poder "afrontar los cambios".

La consejera, que solicitó "compromiso y entrega", pidió a la comunidad educativa "dejar de lamentarnos por lo que nos falta y afrontar con valentía la crisis para convertirla en una oportunidad". Asimismo, Serrat reconoció que "vivimos tiempos difíciles", pero consideró imprescindible "enfrentar el futuro" y abogó por "adaptar la educación a la realidad de la sociedad", por lo que es "importante la sinergia de todos los implicados y el papel de maestros y profesores".