La capital de Aragón tiene un clima continental que no le impide, en épocas de canícula como la actual, vivir noches tropicales, una denominación poco científica para las horas de oscuridad en que la temperatura no baja de los 20° centígrados. Y el verano del 2012, con máximas que rozan o superan los 40°, ha sido pródigo en noches calurosas, como las del 19 y la del 20 de este agosto, en que la mínima se situó en 25°. En total, desde julio se han producido 14 noches tropicales, lejos todavía de las 43 que se dieron en el 2003.

"Las noches tropicales son un fenómeno relativamente frecuente y recurrente en el valle del Ebro", apunta Joaquín García, jefe de la Sección de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón. Aun así, los zaragozanos tiene dificultades para conciliar el sueño en circunstancias tan extremas y se dispara el número de personas con insomnio.

"No se trata de un fenómeno aislado", insiste el meteorólogo, "lo que produce agobio es su repetición". De hecho, Zaragoza ha registrado este estío tres olas de calor, dos de ellas en agosto.

Ahora mismo, la capital aragonesa lleva cinco noches seguidas con temperaturas nocturnas por encima de los 20°, desde el pasado día 17. Entonces se registraron 21,4° a la hora de temperatura más baja, generalmente entre las cinco y las seis de la mañana. Asimismo, las noches del 19 al 20 y del 20 al 21, el mercurio no descendió de los 25°, según los datos facilitados por el observatorio meteorológico del aeropuerto, que marca los valores oficiales.

Pero las noches se empezaron a calentar ya en el mes de julio, dado que en los días 26, 27 y 31 se superaron los 20° de mínima. Y agosto empezó con fuerza, pues los días 1 y 2 se rozó la barrera de la noche tropical, que fue en cambio rebasada los días 8, 9, 10, 11, 12, 14 y 15.

El tercer empentón del calor nocturno se produjo a partir del 14 de agosto y la ciudad de Zaragoza todavía no ha salido de él.

En total, según el cálculo de Joaquín García, la capital aragonesa acumula este mes de agosto 11 noches de temperatura tropical, o sea, de momento más del 50% del mes.

En el caso de Zaragoza, el fenómeno de la noche tropical se ve favorecido por su condición de "isla térmica", en palabras del jefe de la Sección de Climatología. "En los pueblos del entorno de la ciudad, la temperatura nocturna puede ser entre dos y tres grados inferior a la de la capital, donde el asfalto, el tráfico y los grandes edificios acentúan el calor", afirma Sanz.

Además el viento del sureste o bochorno que sopla estos días tampoco contribuye a refrescar la temperatura. "El aire llega recalentado del delta del Ebro y todavía conserva parte de la humedad del Mediterráneo, lo que incrementa la sensación de calor", añade el meteorólogo.

Con todo, la "situación meteorológica" de Zaragoza, como gusta de decir Sanz, todavía podría ser más extrema en verano. "Afortunadamente, la ciudad está situada en el punto de confluencia de tres ríos y un gran canal y posee numerosos y extensos parques, lo que ayuda a que el calor nocturno no se dispare todavía más", explica.

DÍAS MÁS FRESCOS Claro que, si lo hiciera, tampoco sería tan extraño. Al fin y al cabo, en el año 2003 se registraron 47 noches tropicales en la ciudad, lo que representa el 50% del periodo estival.

Pero no hay que desanimarse. Los zaragozanos podrán recuperar el sueño perdido por culpa de la canícula a partir de mañana o del viernes, cuando se espera que el calor empiece a remitir en mayor o menor grado.

"Se producirá un refrescamiento general", adelanta Joaquín Sanz, que no obstante asegura que no se vislumbran precipitaciones en el horizonte que humedezcan el reseco paisaje que se extiende desde el Pirineo hasta el sur de Teruel. "Si acaso, se producirán tormentas de verano, pero no llegarán lluvias", asegura el meteorólogo.