El Departamento de Sanidad mostró ayer su "respeto" a la convocatoria de huelga de médicos y enfermeros porque "están en su derecho", pero aseguró disponer de "poco margen de maniobra" en la aplicación de medidas que, en su mayoría, "vienen de Madrid".

En este sentido, fuentes de la Administración se refirieron a la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas o la jubilación a los 65 años. Entre otras medidas, como cerrar los centros de salud los sábados por la tarde y que, desde las 15.00 horas se atienda en los Puntos de Atención Continuada, la DGA se refirió a la determinación de reducir un desembolso "aberrante de gasto corriente, luz, aire acondicionado, más la gente que tenía que ir a trabajar".

140 MILLONES Con los recortes, Sanidad pretende ahorrar 80 millones de euros de aquí a final de año, que se sumarían a los 60 previstos desde enero. La alteración de la carrera profesional --complemento retributivo que premia la antigüedad y experiencia laboral del facultativo-- "no se toca por orden del propio consejero", indicaron desde el departamento "a no ser que nos digan algo desde Madrid". Los sindicatos se muestran convencidos de que habrá una directriz ministerial orientada en este sentido. "Este punto no se negocia por decisión del consejero. Es de justicia, pero hay que tener en cuenta que mantener la carrera profesional supondrá al Gobierno de Aragón 24 millones de euros desde final de julio a diciembre y entre 50 y 60 al año, pero los médicos se lo han ganado".

Desde el Ejecutivo se aboga por "esperar acontecimientos" en relación a la posibilidad de que la huelga salga adelante, aunque se reconoce que las medidas "no gustan" pero "hay que ser conscientes de que la situación es complicada y se trata de hacer sostenible el sistema sanitario, que arrastra déficit".

Asimismo, Sanidad se desmarca de la posible alarma social que pueda crearse si el paro sigue adelante. "La estarían creando ellos", advierten en referencia a los sindicatos.