Luisa Fernanda Rudi y su equipo (menos uno) ha decidido montar también su premio gordo de la lotería. No podía ser menos que Cataluña. Se reparten 190 millones de euros y tiene una pedrea de otros 200 millones más. A partir de ahí todo son ideas banales, etéreas, nada se concreta y nadie sabe cómo va a ser el sorteo ni cuándo (aunque se intuye que el ritmo fuerte no va con este Ejecutivo) ni quién puede participar. Eso si, lo visten muy bien y lo han bautizado, en plan rimbombante: Plan Impulso.

Es evidente que hay que hacer todo lo que sea necesario para que haya crédito para los emprendedores y que se creen puestos de trabajo. Pero en esta idea del Gobierno PP-PAR nadie ha explicado claramente de qué forma se pretende crear empleo, no se acaban de concretar las grandes cifras. Se dice que "se habilitarán incentivos para la contratación de menores de 30 años y para mayores de 45 años, así como parados de larga duración", pero nadie sabe cómo. Nada se dice de las condiciones de las empresas para acceder a los créditos correspondientes, ni qué tipo de inversión se puede hacer... No se plantea ninguna medida sobre el centro del problema del desempleo, los jóvenes, y se habla de inversiones en servicios sociales, dependencia, proyectos en zonas rurales.... Pero, ¿cómo?

Esto es un apaño presupuestario y el resultado, es de imaginar. De las elecciones hasta ahora, Rudi solo ha hecho política de recorte. Desde ahora y hasta las elecciones pretende maquillar la gestión y eso solo sirve para que los ciudadanos vean más claro que con estos, no hay nada que hacer.