Esa frase tan famosa de "Quien resiste, gana" no es de Camilo José Cela, sino de un antiguo poeta romano, Persio, de los tiempos de Nerón. Y si se le preguntara a Rajoy quién es Persio, probablemente contestaría "¿Ein?".

Da igual, sus votantes le seguirían adorando. Y los humoristas de este país, también. Mariano Rajoy es lo que es, un señor de provincias que rezuma sentido común, y los españoles, en tiempos de incertidumbre, han decidido que sea un señor de provincias el que guíe los destinos de España. ¿Para qué cambiar si ya sabemos lo que hay?

Una votante del PP de toda la vida decía ayer: "Yo ya sabía que iba a ganar Rajoy". Claro, porque con el PP todo es previsible. Aun así, es pasmoso que Rajoy, sin moverse, haya conseguido ¡catorce! escaños más que en diciembre. Y es sorprendente que, en Aragón, sin hacer más que una oposición llorica, después de la indigna espantada de Rudi la (anterior) noche electoral, el Partido Popular haya conservado el mismo número de escaños. Pero, además, ha conseguido 20.000 votos más que en diciembre pasado, es de suponer que a costa de Ciudadanos y, sobre todo, de Unión Progreso y Democracia.

HA GANADO terreno en Huesca a costa de la izquierda, y ha conservado las plazas de Teruel y Zaragoza. El PP ha ganado a pesar de sus líderes, en Aragón y en el resto de España. Y eso debería enseñar a los demás partidos políticos a no menospreciar a los votantes y, sobre todo, a no reñirles. "Sabemos cómo sois, y vosotros sabéis cómo somos. Votadnos, y no habrá sobresaltos". Ese podría haber sido el lema del Partido Popular. Pues eso, que quien resiste, gana las elecciones. Lo de gobernar, en cambio, ya se verá.