Además de las medidas tradicionales para compensar los daños de las riadas, las administraciones no descartan buscar otras fórmulas innovadoras como los bancos de hábitat, incluidos en la legislación española tras la aprobación de la Ley de Evaluación Ambiental. En el caso de que se hiciera en algún paraje del Ebro, sería el primero creado en todo el Estado. Sin embargo, de momento es una opción únicamente contemplada, sin que se haya tomado ninguna decisión.

Los bancos de hábitat, frecuentes en otros países, principalmente americanos, consisten en la compensación mediante la restauración ambiental de un determinado paraje por los daños provocados en otros. Funciona con un sistema de créditos y en función del daño causado, se asignan más créditos que deben computarse en la creación ambiental de otros parajes que se restauran ecológicamente y se invierte en su mejora.

Sin embargo, los bancos de hábitat que han permitido recuperar determinadas zonas de alto valor ecológico, también tienen sus detractores, especialmente las entidades conservacionistas, que consideran que favorecen la máxima de quien paga, contamina. Es decir, que compensan daños deliberados al medio ambiente cuando en realidad estos deberían evitarse.

Esta posibilidad no deja de ser una alternativa contemplada, dentro de un proceso mucho más complejo en el que hay numerosas posibilidades. Gran parte de ellas se encuentran en el proyecto LIFE Ebro Resilience, creado por el Ministerio de Medio Ambiente con la colaboración de los Gobiernos de La Rioja, Navarra y Aragón así como los municipios ribereños. Este proyecto, prácticamente elaborado y que se difundirá a partir del mes que viene, con sus periodos de exposición pública, se elevará a Europa a partir de septiembre, con el objetivo de conseguir financiación que permita llevarlo a cabo.

Es precisamente en este proyecto donde se pueden incluir la mayor parte de las iniciativas medioambientales que permitan controlar también el impacto de las riadas. Las líneas maestras de este proyecto se presentaron ayer en el transcurso de la reunión.

A LA ESPERA DE LA REUNIÓN

Por otro lado, el portavoz del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, confirmó ayer que ha mantenido una conversación telefónica con el delegado del Gobierno central, Gustavo Alcalde, para apremiarle a que convoque una reunión en la que se pueda comenzar a diseñar el plan de ayudas para los perjudicados por la última riada. El Gobierno de Aragón ya tiene ultimado su decreto, pero considera que hay que esperar a que el Gobierno central asuma también su responsabilidad. Por el momento, no hay fecha para la celebración de la reunión, aunque esta se prondrá en los próximos días.

Mientras, se van evaluando los daños provocados por las riadas, aunque con cierta lentitud debido a que todavía no ha bajado el nivel del agua y por tanto es difícil calcularlos. Agroseguro indicó ayer que está preparada para afrontar la cobertura íntegra de los daños en unas 12.000 hectáreas.