Los ingresos del Gobierno de Aragón por impuestos directos, aquellos que gravan la renta y la riqueza, han descendido en los primeros siete meses de año respecto al mismo periodo del 2018. Hasta el 31 de julio, se recaudaron 871 millones, frente a los 931 de las mismas fechas hace un año. Así consta en el cierre mensual de contabilidad de la intervención general del Departamento de Hacienda del Gobierno de Aragón.

Son 60 millones menos que se han dejado de ingresar por IRPF -que se detrae de los salarios- y del impuesto de Sucesiones y Donaciones, así como por Patrimonio. En concreto, por IRPF se recaudaron 762 frente a los 815 del mismo periodo hace un año y por Sucesiones y Donaciones, 62 millones frente a los 70 de las fechas comparadas. Aunque todavía es pronto para determinar si ha tenido impacto la reforma de este impuesto, llevada a cabo en noviembre del 2018 y que subió la cuota deducible para que las fortunas más altas tuvieran que pagar menos, lo cierto es que en los primeros siete meses de año se han dejado de ingresar por este concepto 8 millones de euros.

Asimismo, por patrimonio se llevan recaudados dos millones menos. 43 frente a los 45 del año pasado. Este impuesto es el único que ha aumentado considerablemente desde su modificación en la pasada legislatura. De este modo, si en el 2015 se recaudaban tan solo 29, desde el 2016 se han venido ingresando entre 40 millones ese mismo ejercicio y los 45 del año pasado.

EL 2016, EL MEJOR AÑO

En total, por impuestos directos se ha recaudado un total de 871 millones de euros en los primeros siete meses frente a los 931 del año pasado. A pesar de la merma, el aumento es notable si se compara con los ingresos de hace cinco cursos, en los que por este concepto se ingresaron 729.

El récord de recaudación en este apartado se produjo en el 2016, cuando se ingresaron 983 millones, con un notable incremento del dinero por IRPF (853 millones) y por Sucesiones (90), 30 menos de lo que se lleva recaudado en los primeros siete meses de este año 2019. El incremento paulatino en los últimos ejercicios del dinero proveniente del IRPF (declaración de la renta) viene motivado por el aumento de declarantes, como producto de la tibia mejora del mercado laboral, que aunque precario, ha incrementado las contrataciones. Está por ver, ante el escenario de incertidumbre económica y los malos datos del paro del último mes, si esta tendencia continuará o sufrirá un frenazo producto de una evolución negativa en las contrataciones.

También se ha producido un descenso en la recaudación de impuestos indirectos, los que grava a toda la ciudadanía por igual, con independencia de su renta y riqueza. En concreto, el año pasado se recaudaron a estas alturas 1.140 millones y en el 2019 se llevan ingresados 1.081.

En el caso del IVA, que grava los productos de consumo y por tanto repercute en los bolsillos de todos los ciudadanos, se ha recaudado 629 millones de euros. También son 35 menos que el año pasado, aunque la subida de los precios y el mayor aumento en el consumo ha propiciado que se recauden 230 más que en el 2016, donde hubo una fuerte caída de ingresos en este concepto, con apenas 397 millones recaudados. Asimismo, se mantiene el nivel de ingresos por los impuestos por la compraventa de inmuebles.