Mujer y deporte

La esencia tras el balón

Amante del deporte desde pequeña, el balonmano y la montaña ocuparon la vida de Concha Cameo hasta que las pasiones de sus hijos la arrastraron a aventurarse en otros proyectos

«Es una responsabilidad y un compromiso, pero también es muy gratificante», asegura

Concha Cameo, presidenta del Intersala 10 Zaragoza, posa en el pabellón de La Granja.

Concha Cameo, presidenta del Intersala 10 Zaragoza, posa en el pabellón de La Granja. / ANDREEA VORNICU

Arturo Pola

Arturo Pola

Siendo la más habitual la de dar ejemplo con la práctica, hay otras muchas maneras de contribuir al desarrollo del deporte femenino. Para que muchas niñas tengan la posibilidad de empezar a desarrollar sus actividades favoritas tiene que haber alguien detrás que organice y gestione todo lo que rodea al deporte para que las más jóvenes solo tengan que centrarse en aprender y disfrutar de sus pasiones. Concha Cameo, presidenta del Intersala 10 Zaragoza, es un muy buen ejemplo de ello. La aragonesa cogió las riendas del equipo de fútbol sala hace tres años y asegura que continuará «hasta donde me acompañen las fuerzas».

Amante del deporte desde pequeña, Concha practicó durante muchos años balonmano. «Llegué a jugar en el Club Medina, pero por cuestiones laborales y de tiempo lo acabé dejando», rememora la aragonesa. Entonces Cameo cambió la pelota por la montaña. «He estado en varios grupos. Siempre me ha gustado mucho hacer excursiones», asegura.

El contacto con el resto de deportes, confiesa, le ha llegado a través de sus hijos. «Al final sin querer te contagias de sus pasiones», indica la presidenta del Intersala. «Primero el chico se interesó por el baloncesto y estuve con varios padres organizando los equipos del instituto. Después, a la chica le gustó el fútbol sala y aquí estamos», dice risueña.

Concha Cameo, en el centro, con el primer equipo del Intersala 10 Zaragoza.

Concha Cameo, en el centro, con el primer equipo del Intersala 10 Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Cameo es la presidenta, pero en todo momento trata de poner en valor el trabajo de todos los que tiene a su alrededor. «Somos un equipo. Yo sola no podría», asegura tajante. «Estamos muy unidos, es una suerte. Nos apoyamos entre todos», añade la presidenta, que indica también la importancia que ha tenido la fusión del Intersala con el Sala 10: «Tienen una trayectoria muy profesional. Estamos avanzando y aprendiendo juntos», explica.

Cameo, que trabaja como educadora en la Fundación Adunare, compagina su profesión con su labor como directiva: «Las horas que le dedico al fútbol sala se las quito a mi tiempo libre. Es un compromiso y una responsabilidad, pero me merece la pena», subraya emocionada la presidenta, que tiene claros los objetivos a corto plazo del Intersala. «Con el equipo de Segunda Nacional queremos subir a Primera. Ya estuvimos y tenemos que volver. Es difícil, pero queremos estar ahí», apunta ambiciosa. «Con la base (el Intersala tiene una escuela en la que también hay equipos masculinos) tenemos las ideas muy claras. Queremos que aprendan, se desarrollen y disfruten. La competitividad está en un segundo plano», señala.

A pesar del sacrificio que le supone el cargo, Cameo afirma que es muy «gratificante» su labor. «Cuando te viene una madre y te da las gracias porque estás ayudando mucho a su hija... esa sensación se te queda marcada. Si tanto trabajo sirve para que las niñas puedan hacer lo que les gusta bien hecho está ese esfuerzo», reconoce.

Sin embargo, a veces tanta ocupación no tiene la recompensa que se merece. «Ahora está muy de moda el fútbol once y reclaman sus derechos. Me parece bien, pero nosotras también queremos esa visibilidad. Y si nos llegara alguna ayuda más... bienvenida será, que falta nos hace», deja caer Cameo, que anima a toda la gente a que le den una oportunidad al Intersala y acudan un día al pabellón de La Granja a verlo. «Más de uno se sorprendería. La calidad de las jugadoras ha aumentado muchísimo. El juego es muy vistoso y yo creo que es más noble», acaba una presidenta muy comprometida y con cuerda para rato.