No pudo soportar los celos, le explicó al juez. Pero ese argumento no fue suficiente para que el magistrado del Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2 de Zaragoza dictara una orden de ingreso incondicional en prisión por intento de homicidio para J. M. C. G.: había acuchillado en plena calle a su exmujer, de la que lleva separado un lustro, y al novio de esta.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes. Sobre las ocho de la tarde, la mujer se encontraba con su novio en el interior de un coche estacionado frente al número 16 de la calle Francisco de Quevedo, en Las Fuentes. J. M. C. G. los vio y se fue hacia ellos.

Comenzó por insultar y amenazar a su exmujer mientras golpeaba con fuerza la ventanilla del coche. Ella bajó el cristal, momento que aprovechó J. M. C. G. para efectuarle un corte en la cara con un cuchillo.

El actual compañero de la mujer salió del vehículo y se dirigió al agresor, que lo recibió a puñetazos y le asestó varias cuchilladas que le provocaron heridas en el rostro y en otras zonas de la cabeza.

En plena agresión entró en la calle un coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía. Los gritos de los vecinos que se encontraban en la calle en esos momentos pusieron en alerta al agresor, que se dio a la fuga y trató de deshacerse del cuchillo.

PATRULLA Los agentes lo detuvieron cuando intentaba esconderlo debajo de uno de los coches aparcados en la calle.

Los policías lo redujeron y lo trasladaron a la Jefatura Superior de Policía, en cuyas dependencias permaneció hasta que el miércoles fue puesto a disposición del Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2 de Zaragoza, que se encontraba de guardia.

El detenido explicó que había sufrido un ataque de celos y que, tras perder el control, descargó el ataque. Según algunas fuentes, la agresión habría sido presenciada por un menor de edad que se encontraba con la pareja en el coche.

A J. M. G. C. le constan algunas detenciones anteriores como presunto autor de episodios de lesiones y de amenazas.

El Gobierno está impulsando una reforma legal para dotar de mayores competencias a los juzgados de Violencia contra la Mujer, que a mediados de junio del año que viene cumplirán una década de funcionamiento. Actualmente asumen también asuntos de violencia doméstica.