Las vacunas anticovid inyectadas a dos alcaldes, uno del PSOE y otro del PP, han tenido consecuencias políticas. Hoy mismo, el regidor socialista de Asín, Rogelio Garcés, se ha dado de baja del partido como respuesta a la apertura de una investigación interna, mientras su formación le exigía que renuncie a su acta de concejal y a su cargo como primer edil.

La Comisión Ejecutiva del PSOE comparte la decisión de la Ejecutiva Provincial, así como el criterio del PSOE a nivel federal, sobre la "estricta asunción de responsabilidades de todos los cargos públicos y la ejemplaridad necesaria en una situación como la pandemia de covid-19".

Y, en el caso del popular Jaime Lacosta, alcalde de Luesia, este ha anunciado que renunciaba a su afiliación, si bien se ha negado a dimitir como regidor, tal y como le exige su formación, que le acusa de "falta de ejemplaridad".

"En estrecho contacto con los ancianos"

Los dos alcaldes se enfrentan a expedientes de sus respectivas formaciones por vacunarse coincidiendo con la inmunización de los ancianos de las residencias de sus pueblos.

Ambos manifestaron ayer que se vacunaron sin haberlo solicitado expresamente y porque, debido a que presiden o son miembros de los patronatos que rigen las residencias, están en «estrecho contacto» con los ancianos, pues realizan tareas diversas relacionadas con la gestión de los servicios.

"Sí renuncio a la militancia, pero entiendo que no tengo que rendir cuentas al partido", ha manifestado Lacosta, que ha emitido un comunicado en el que aclara que se vacunó el pasado 13 de enero, pero no en su condición de alcalde, sino por pertenecer al patronato de la residencia, cargo que hace que visite con frecuencia la instalación. De hecho, días atrás, utilizó su tractor para apartar la nieve que taponaba el acceso al edificio.

Además, argumenta que el propio protocolo de vacunación del centro de salud de Ejea contemplaba poner la dosis a los ancianos, a los trabajadores, y en el caso de que sobraran viales, a las personas en estrecho contacto con la residencia. "En ningún momento hice nada para ser vacunado", asegura Lacosta

El regidor de Luesia aclara además que ni siquiera estaba en la residencia cuando se vacunó a los residentes y que le llamaron al ver que sobraba un vial ya abierto, por lo que la vacuna, si no se ponía, se debía tirar.

"Un partido raptado por el pavor mediático y las redes sociales"

En su comunicado, Lacosta carga contra el PP. "Solo me llamó para pedir mi dimisión fulminante. Ni me escuchó ni contrastó ni matizó la información. Su respuesta ha sido la de un partido raptado por el pavor mediático y las redes sociales", afirma.

Su posición no difiere mucho de la de Rogelio Garcés, alcalde de la localidad cinvovillesa de Asín (un centenar de habitantes), quien también recibió la vacuna contra el covid cuando fueron vacunados los ancianos de la residencia del pueblo.

Se da la circunstancia de que Garcés es, además, presidente del patronato que rige la residencia de ancianos, por lo que está "en estrecho contacto" con las personas mayores, lo que, según fuentes próximas a la alcaldía, hace que no haya incumplido ningún protocolo sanitario al recibir una dosis "que no era de las sobrantes".

El PSOE ha abierto una investigación interna al alcalde de Asín para dirimir responsabilidades en el caso de que Garcés hubiera incumplido la normativa de aplicación de las dosis de vacuna contra el covid-19.

"30 años de alcalde sin cobrar ni un euro"

Pero Rogelio Garcés, ha manifestado en una nota dirigida a los medios que su vacunacion "estaba programada dentro de la planificación presentada ante el Departamento de Salud del Gobierno de Aragón".

En la misma, "respaldada por el centro de salud de Ejea, se incluía, tal y como marca el protocolo, a los residentes, así como las personas con relación directa con el centro y que realizan distintas tareas de forma periódica e interactúan con los residentes".

Este es el caso del personal geriátrico, así como del alguacil y del alcalde, "que realizan tareas de servicio a la residencia como mantenimiento y compras".

Garcés recalca que se trata de un pueblo pequeño y que lleva al frente "más de 30 años al servicio del municipio sin cobrar un solo euro". Además, subraya que la residencia "no ha tenido ningún caso de covid desde que empezó la pandemia". "El único objetivo ha sido y es proteger a los residentes y solo se puede hacer vacunando prioritariamente a todas las personas que entran y salen de la residencia", concluye el comunicado.

Las trabajadoras apoyan a Rogelio Garcés

Por otro lado, las trabajadoras de la residencia municipal Virgen del Campo, de Asín, han remitido un comunicado en el que muestran su "apoyo y respaldo" a Rogelio Garcés, "no sólo porque creamos que no se ha realizado ningún acto ilegal o reprochable, sino porque tenemos el convencimiento de que

lo hecho va más allá de lo correcto, considerándolo un acto de responsabilidad y solidaridad".

"Como testigos presenciales del acto, aseguramos que en ningún momento se valoró su vacunación como algo atribuible a su cargo de alcalde, sino como presidente del patronato que rige nuestro centro, y sobre todo, como activo colaborador en las tareas de la casa", añaden las trabajadoras, que señalan que Garcés se decida a esas actividades "prácticamente a diario y teniendo contacto directo y estrecho tanto con la plantilla como con los residentes".