Un testigo responsabilizó ayer al empresario del carbón Victorino Alonso de la destrucción de la Cueva de Chaves, ubicada en el interior del coto de caza de Bastarás y uno de los más importantes yacimientos del neolítico del país.

Según informó la asociación Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragón), personada en la causa abierta por la destrucción de este yacimiento arqueológico, la acusación contra Victorino Alonso ha sido formulada por un extrabajador de la empresa que gestionaba el coto privado de Bastarás, Fimbas.

Este testigo, también imputado en la causa, compareció ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Huesca para informar de dónde partieron las órdenes para destruir el yacimiento y ubicar unas instalaciones para uso de los animales que introducían en el coto para su posterior caza.

Apudepa afirmó ayer en un comunicado que este trabajador había manifestado ante el instructor que Victorino Alonso, imputado en la causa, era "el único jefe y patrón de todos los negocios" y que dio la orden al palista encargado de actuar sobre el yacimiento para que los materiales removidos, todos con restos arqueológicos del neolítico, fueran a parar a un barranco para actuar de dique de una presa artificial proyectada en la zona.

Estos movimientos, según Apudepa, supusieron la "destrucción absoluta" de un gran yacimiento del neolítico ibérico, el segundo de mayor importancia en España.

"Hoy hemos sabido", afirmó la asociación, "que la intervención en la cueva no se hizo en un solo día ni por una sola persona sino que intervinieron al menos cuatro o cinco profesionales y potentísimas máquinas".

Por su parte, el representante legal de Ecologistas en Acción, Pablo Malo, valoró las declaraciones hechas por este testigo y el peso que podrían tener para el desarrollo del proceso. El letrado aseguró que no tiene previsto solicitar la práctica de nuevas pruebas y se mostró partidario de la terminación de la instrucción y de la apertura del juicio oral por estos hechos, denunciados en 2009.

La destrucción de la Cueva de Chaves fue denunciada ese año por la Fiscalía de Huesca a instancias del Gobierno aragonés, que presentó toda la documentación referida a los daños causados al yacimiento, en el que trabajaba desde años atrás el exdirector del Museo de Huesca Vicente Baldellou, por su gran valor de carácter histórico y arqueológico.