Ese silencio entre la pregunta y la respuesta. Tres segundos. Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, tardó esos tres segundos en aclarar su opinión sobre el trasvase del Ebro. En esa franja de tiempo, mientras los pájaros piaban en el jardín de los naranjos de la Aljafería, el popular eligió la mejor escapatoria posible. Buscó una fórmula para evitar rechazar el proyecto, al tiempo que remarcaba todo lo que el Gobierno de Mariano Rajoy está haciendo por Aragón en materia hídrica. Y eso hizo, un requiebro para contentar a todos, como el presidente del Ejecutivo central, o como el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.

En tres segundos improvisó una respuesta compleja a una pregunta sencilla: ¿apoya el trasvase del Ebro? "En este momento lo que estamos haciendo es el desarrollo del Pacto del Agua. Siempre hemos hablado de diálogo, y un pacto sincero entre todos. Nosotros no hemos puesto sobre la mesa esa cuestión", dijo el portavoz popular en la Cámara Baja. Alonso se reunió ayer con el grupo parlamentario popular en las Cortes de Aragón.

MUCHOS AVANCES Aprovechó también para remarcar todo lo que está haciendo el Ejecutivo central. Y para mandar algún recado al PAR, socio de su partido en el Pignatelli. "Ha habido unos avances muy importantes en esta legislatura --dijo--. Esos son los hechos del Gobierno de Mariano Rajoy, el apoyo a las obras del Pacto del Agua. Se está haciendo una inversión que no tiene precedente. Hechos son amores", remarcó. Tampoco dejó pasar la oportunidad de recordar el parón inversor de la etapa socialista en materia hidráulica. "Antes se hablaba mucho, pero se hacía poco. Se tienen que garantizar las necesidades de Aragón y los regadíos en esta tierra. Pero se dio un paso muy importante el viernes porque se aprobó el plan de cuenca (del Ebro), que recoge una aspiración fundamental para Aragón, que está en su Estatuto, que es esa reserva hídrica de 6.550 hectómetros cúbicos. Es una cifra mágica. Eso son los compromisos que tiene el Gobierno con Aragón. Garantizamos sus necesidades y en cumplir el Pacto de Agua. Y eso es lo que se ha hecho", remarcó.

Fueron las respuestas de Alonso sobre el agua. Nada sobre el apoyo de la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, ni mucho menos acerca de las peticiones procedentes de Levante para que el Gobierno central acceda a llevar agua a la costa. Los populares siguen insistiendo en la idea del diálogo entre todas las comunidades, sin aclarar qué tendrá más peso, las exigencias de la Comunidad Valenciana y Murcia o la negativa de Aragón.

POLÉMICA CATALANA En esa misma línea de diálogo, el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias-Cañete mostró ayer su disposición a hablar con Cataluña sobre el caudal ecológico del Delta del Ebro. El Plan Hidrológico del Ebro aprobado el pasado viernes, remarcó, "se ha hecho atendiendo a todos los territorios" y recordó que ha recibido "la aprobación de ocho de las nueves comunidades autónomas" implicadas. Todas salvo Cataluña. También indicó que el Ejecutivo central es "sensible a las peticiones catalanas" y que se agotarán "todas las vías de diálogo con la Generalitat catalana y con la Plataforma del Delta del Ebro para ver cómo podemos compatibilizar todos los intereses".

En ese contexto, recordó que el Gobierno ya explicó a Cataluña "que esta planificación hidrológica se empezaba a revisar inmediatamente (...) para hacer la nueva planificación". En el horizonte de ese nuevo plan, "haremos todos los esfuerzos para tener diálogo con la Plataforma del Delta del Ebro y la Generalitat catalana", dijo. Se verá "cómo podemos compatibilizar los deseos de los catalanes y las aspiraciones del resto de las comunidades", explicó. Recordó que Cataluña "no se opuso a un caudal de 3.000 hectómetros", que ahora se ha incrementado un 10%.