Cuatro años y medio después de la cesión en precario, y totalmente gratuita, al Real Zaragoza, el antiguo edificio de la Gerencia de Urbanismo, contiguo a La Romareda, volverá a manos del ayuntamiento. Porque no solo no tiene uso, sino que está vandalizado y ha sufrido numerosos robos. Y porque el club ya no tiene previsto utilizarlo a corto o medio plazo. Así se encuentra el inmueble en un momento en el que la entidad asegura que descarta ocuparlo y se plantea "devolverlo" al consistorio. "Tenemos que hablar con el Gobierno de la ciudad para ver qué pasa con estas instalaciones".

Así lo afirmaron fuentes oficiales del club, que han dado carpetazo a las intenciones que en su día, en septiembre del 2011, motivaron esta solicitud. Entonces se criticó en el consistorio, por parte de la oposición, la celeridad con la que el dirigente de la entidad, Agapito Iglesias, cerró un acuerdo con el Gobierno socialista que dirigía Juan Alberto Belloch y que tenía al actual portavoz del grupo municipal, Carlos Pérez Anadón, como responsable de Urbanismo. Menos de un mes tardó en tramitarse la cesión gratuita en precario de la planta baja y el primer piso de un edificio que tiene tres alturas más. Sin embargo, poco se dijo de la paralización de toda iniciativa a llevar a cabo en estos casi 1.500 metros cuadrados por los que el club nunca ha pagado.

CAMBIO DE PLANES

Ni lo ha utilizado. Porque la idea inicial pasaba por darle "desahogo" a la zona de palcos del estadio y, sobre todo, plantearse el traslado de las oficinas de la entidad desde su ubicación actual, por la que paga un alquiler. En este caso, sin pagar canon al consistorio y solo teniendo que asumir los gastos ordinarios de funcionamiento y mantenimiento, ya suponía un ahorro económico.

Pero el club cambió de manos y ahora los planes son otros. "No está previsto trasladar nada a este espacio", aseguraron categóricamente desde la entidad, que confirmó que su idea es "sentarse a hablar sobre qué hacer en esta situación", en un contexto, el actual, en el que hay otros asuntos sobre la mesa en el área de Urbanismo referidos a La Romareda. Especialmente su conservación y remodelación.

Lo peor para este edificio de titularidad municipal es que el desuso de estos cuatro años y medio no es el mayor de sus problemas. Lo son los vándalos y ladrones que han accedido a su interior en reiteradas ocasiones. Con total impunidad, parece. Hasta el punto de que el inmueble ya no cuenta con un solo centímetro de cobre. Está arrancado todo de todas las plantas que componen el edificio.

Tal ha sido el daño recibido que el pasado año, se presentó una denuncia en la Policía Nacional por parte del ayuntamiento, desde el servicio de Conservación y Arquitectura. En ella se ponía de manifiesto que estaba "toda la instalación eléctrica arrancada y manipulada", en todas las plantas del inmueble, con el cableado "sustraído" además de luminarias y otros materiales.

En esta denuncia se especificó que no se observaba que se hubiera accedido al interior de forma violenta y que, al comunicarlo al club, este informó de que había un sistema de vigilancia en el estadio desde el que también se controlaba este bloque, pero que "dichas cámaras solo graban los días de partido, por lo que no podían haber recogido los hechos". La denuncia se archivó por la imposibilidad de identificar a los culpables. Barra libre al vandalismo.