Aragón es una de las comunidades con mayor tasa de interinidad entre su profesorado. El 30% del personal docente de la comunidad pertenece a este colectivo, lo que sitúa a Aragón entre las cinco con mayor porcentaje. De hecho, solo otras cuatro -País Vasco (37%), Madrid (35%) y Cantabria y Navarra (33%)- superan este registro, según datos de CCOO. Más de 2.000 docentes ocupan vacantes a curso completo.

El porcentaje de Aragón es, por ejemplo, más del doble que Galicia (13%) y supera ampliamente el 20% de Andalucía o el 21% de la Comunidad Valenciana. Por eso, desde la comunidad educativa aragonesa se confía en que el ministerio decida, por fin, suprimir la tasa de reposición -ratio que determina el número de profesores de nuevo ingreso que se pueden incorporar en función de las bajas que se hayan producido el año anterior-. Esa medida, que fue aprobada en la Conferencia de Presidentes, permitiría añadir más plazas a las oposiciones del próximo año y cubrir todas las vacantes existentes según las necesidades de los centros, lo que reduciría la tasa de interinidad.

Antes de que el Estado decidiera, el pasado martes, prohibir la celebración de oposiciones mientras no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado, las organizaciones sindicales aragonesas habían acordado un calendario de oposiciones que repartía entre el 2017 y el 2018 las plazas ofertadas en Secundaria y FP. Para ello, los sindicatos exigieron a la DGA aprobar cada año la máxima oferta de empleo posible para así reducir sustancialmente esa elevada tasa de interinidad en Aragón.

Ahora, la paralización del proceso suspende esa intención de frenar un volumen de interinidad que la Administración también incluye entre sus objetivos de cara a mejorar las condiciones de este colectivo.

En este sentido, fuentes del Departamento de Educación recordaron ayer que, desde la llegada del nuevo Ejecutivo autonómico, «se han mejorado las condiciones de los interinos» y apelaron a medidas como el pago del verano a los docentes interinos que hayan trabajado el curso completo o un mínimo de 240 días de manera ininterrumpida contando hasta el 30 de junio.

Además, se ha adelantado la contratación a 1 de septiembre para los maestros interinos, se ha reducido de 21 a 20 las horas de este colectivo en institutos y se han eliminado los contratos por menos de un tercio de jornada. «Todas estas medidas están encaminadas a recuperar y reconocer la labor del profesorado para que desarrollen su labor en condiciones y calidad», indicaron desde la Administración.