A pesar de los malos augurios sobre la evolución de la economía, que vaticinan ciertos sectores políticos y empresariales, el pasado año fue mejor en Aragón para la creación del empleo y la reducción del paro de lo que lo fue el 2018. El mercado laboral de la comunidad se aproxima a los registros que había en el 2008, el año del estallido de la crisis. La comunidad acabó el año con 14.300 ocupados más (+2,48%) y 6.900 desempleados menos (-9,54%), según la encuesta de población activa (EPA) publicada este martes. Y la tasa de paro bajó por sexto ejercicio consecutivo hasta el 9,93%, con un descenso de 1,18 puntos porcentuales --desde el 11,11% del 2018--, lo que supone la cifra más baja desde el 2008 (9,71%).

Este nivel de desempleo está casi cuatro puntos por debajo de la media nacional (13,78%) y sitúa a la comunidad autónoma como la quinta con un mejor resultado, solo por detrás de Baleares, La Rioja, País Vasco y Navarra, que encuentran a menos de un punto de distancia.

En cuarto trimestre del año, sin embargo, las estadísticas empeoraron, aunque tuvo un mejor comportamiento en relación al mismo periodo de ejercicios anteriores. El número de ocupados bajó un 0,65% (3.900 menos) respecto al trimestre anterior, hasta 591.200, mientras que el volumen de parados subió en este periodo un 2,08% (1.300 personas más), hasta 65.200, mientras en el conjunto de España descendió un 0,70%. En términos desestacionalizados, sin embargo, cayó un 4,3% en la comunidad, donde el incremento de desempleo fue además menor que en los últimos cuartos de año del 2018 (8.500 más) y del 2017 (5.700).

PEOR LAS MUJERES

Otro aspecto negativo es que la destrucción de empleo en el cuarto trimestre no tuvo un comportamiento homogéneo en cuanto a sexos, ya que el paro entre los hombres disminuyo en 300 personas, pero creció entra las mujeres en 1.600. Esto hizo que se ensanchara la brecha de empleabilidad, ya que la tasa de dempleado entre las trabajadoras aragonesas es del 11,38%, 2,68 puntos por encima de la de los hombres (8,70%).

Los datos de la comparativa interanual resultan más positivos en cuanto a creación de empleo, con 14.300 puestos más, un valor más favorables incluso al registrado en el 2018 (11.300), 2017 (4.900) y 2016 (12.500). Y eso, a pesar de que la ralentización del crecimiento y la permanente inestabilidad política han marcado el pasado ejercicio. Con todo, sigue habiendo 22.900 trabajadores menos que a final del 2008, una brecha que no se da en el caso del número de parados --hay 800 menos que al cierre de este año-- ni tampoco en cuanto al volumen de riqueza que reflejado en el Producto Interior Bruto (PIB), que ya se encuentra en niveles precrisis.

Otro de los datos positivos que arroja la EPA es el incremento de las personas en disposición de trabajar. Así, Aragón sumó el año pasado 7.400 activos, hasta 656.400, siendo la mayor cifra de la población activa en la comunidad desde el 2012. Aunque el aumento de la actividad es uno de los más altos que se anotan desde finales del 2008, el alza en este caso menor a la del 2018 (10.700 más). A ello no ayudó la perdida de 2.600 activos en el cuarto trimestre del año pasado.

En cuanto al número de hogares, la comunidad acabó el año con 542.300, de los que 20.600 hogares tienen a todos sus miembros activos en paro, lo que supone 2.100 más que el trimestre anterior.

REACCIONES

El Gobierno de Aragón se muestra satisfecho con los síntomas de «buen comportamiento» del mercado laboral autonómico que muestran las estadísticas de la EPA, a pesar de sus «luces y sombras». En su análisis de los datos, la consejera de de Economía, Planificación y Empleo, Marta Gastón, destacó con especial énfasis la evolución de la tasa de desempleo juvenil, ya que, y a pesar de permanecer en parámetros «preocupantes» -en torno al 22%--, ha registrado «una considerable mejoría» con respecto a otros años y es 8,08 puntos porcentuales inferior a la media nacional (30,51%)

Para CCOO, estos datos «desmontan la idea lanzada desde algunos ámbitos y sectores económicos de que la subida del Salario Mínimos Interprofesional (SMI) iba a destruir empleo». «La herencia de la reforma laboral ha sido más precariedad y más desigualdad», destaca el sindicato en un comunicado, en el que reclama la «urgente» derogación de esta normativa, así como perseguir la temporalidad y la parcialidad «injustificadas», los «falsos autónomos» o las horas extras no pagadas.

Desde UGT, consideran que el Gobierno «no puede perder tiempo y debe afrontar reformas que impulsen la economía y la productividad incidiendo en la digitalización, la transición energética y la industria». En este sentido, el sindicato demanda también «el desmontaje de las reformas laborales impuestas durante la crisis» para mejorar la «calidad del empleo, así como políticas activas de empleo, con «especial atención a mujeres y parados de larga duración».

EL SECTOR INDUSTRIAL FLOJEA

Desde CEOE Aragón, valoran la tendencia positiva del mercado laboral pero lamentan el negativo comportamiento de la industria, un «sector clave» de la comunidad que solo ganó 300 empleados en la comparación anual y perdió 5.000 trabajadores en el último trimestre (un 4,2% menos). A juicio de la organización empresarial, esto es reflejo de de la desaceleración económica. La patronal reclama que «se reconsideren políticas contraproducentes en el contexto actual», especialmente en el ámbito fiscal, de trámites y cargas burocráticas, así como de otros costes (energéticos, laborales y de cotizaciones sociales)..

«Resulta igualmente importante reforzar el diálogo social como medio de impulso económico conjunto entre Administración, empresarios y trabajadores; así como medidas orientadas a facilitar la innovación, digitalización e ampliación de mercados exteriores", apuntan desde CEOE.