El crimen que sacudió el pasado miércoles la tranquilidad del municipio turolense de Andorra dejó ayer tras de sí el dolor y la consternación unánime en toda España y pocos cabos sueltos en una investigación que sigue su curso. Las autoridades confirmaron cada detalle del asesinato perpetrado por un hombre de 41 años, Alí, que apuñaló a su hijo de 16, Ismael, hasta acabar con su vida después de que este salvara la de su madre, Gema, de 39, a la que causó heridas de gravedad.

Pero también añadieron algún elemento que puede ser crucial, como que ambas víctimas habían regresado ese día al domicilio familiar después de haberse marchado el anterior tras una «fuerte discusión» con el que acabó siendo su verdugo en ese cuarto piso del número 1 de la calle Estercuel en el municipio aragonés. Así lo indicó la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, quien precisó que ambos habían regresado el mismo miércoles a la casa, donde se produjeron los hechos en torno a las 18.00 horas, y expresó su «profundo dolor e indignación por el crimen machista», y recordó que este joven sería el tercer menor asesinado por su padre o pareja de su madre en lo que va de año.

Añadió que no había denuncias previas de maltrato por parte de la mujer y pidió a «toda la sociedad» una respuesta unánime de condena. «No puede haber dudas ni palabras disonantes, tenemos estar todos en lo mismo: defender a las víctimas y arrojar de nuestro lado a los maltratadores y a los asesinos», enfatizó.

PENDIENTES DE GEMA // Ahora todas las miradas están pendientes de Gema, quien permanece ingresada «muy grave pero estable» en la UCI del hospital Miguel Servet de Zaragoza, intentando salvar la vida y recuperarse de las heridas causadas por su pareja y padre de su hijo. En paralelo, numerosas muestras de dolor y de repulsa por toda España. En Aragón, hubo concentraciones de condena en la DGA -curiosamente no en la Delegación del Gobierno ni en el Ayuntamiento de Zaragoza, por ejemplo -que hace unos días sí lo hizo con la mujer asesinada en Cantabria-, y sobre todo un sentimiento unánime de rechazo.

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad en funciones, Carmen Calvo, expresó su «indignación y dolor» por el asesinato y trasladó todo su apoyo a la madre, que «se está debatiendo entre la vida y la muerte». Lo manifestó tras reunirse con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, para tratar la lucha conjunta contra la violencia machista. Sánchez, en twitter // El presidente del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, mostró su condena a través de su cuenta de Twitter. «Ayer Ismael fue asesinado por su padre al tratar de defender a su madre de una agresión machista en Teruel. Tenía 16 años. Un menor muerto, una familia destrozada por el machismo criminal. Mi cariño para la familia y nuestros mejores deseos para la recuperación de Gema, su madre», escribió.

Calvo incidió en la repulsa «muy rotunda» a este «horror» e instó a arrimar el hombro para hacer frente a «esta tragedia que resta dignidad a nuestro modelo de convivencia, a nuestro propio modelo político que es la democracia». Se trata, dijo, de la «principal causa por la que merece la pena trabajar cada día y en cada momento todos los poderes del Estado». En la DGA, la consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno de aragonés, Mayte Pérez rechazó las «equidistancias» y los «eufemismos» ante esta lacra y recalcó la importancia de «alzar una única voz» para que las mujeres puedan vivir «sin yugos y sin miedos».

El Ejecutivo, con el presidente Javier Lambán a la cabeza, se concentró en el edificio Pignatelli para guardar un minuto de silencio. El alcalde de Andorra, Antonio Amador manifestó que este suceso «demuestra que lo que estamos viviendo en primera persona está a la orden del día», que tocaba ahora «acompañar a la familia y estar con ella», que sienten «incredulidad e incomprensión» y además, expresó que los amigos del joven Ismael estaban «mal», señaló.