El Ayuntamiento de Zaragoza ha diseñado un plan de urbanismo para la zona de las viviendas sindicales de Balsas de Ebro Viejo, situadas en el barrio zaragozano del Picarral junto al parque del Tío Jorge. Durante el día de hoy tendrá lugar una reunión a puerta cerrada entre el consistorio y los vecinos de la cooperativa de Balsas viejas, la asociación de vecinos, la dirección del colegio Eugenio López y la vocal de la Junta de Distrito para hacerles llegar los detalles del plan.

En concreto, el consistorio quiere realizar una rehabilitación de las viviendas y actuar también en las zonas verde del entorno donde se podría ver involucrada la piscina del Picarral, el colegio Eugenio López y el parque Tío Jorge.

Fuentes municipales explicaron que se trata de «un proyecto ambicioso y novedoso» que no tiene que ver con el que se presentó en el 2009 y con el que se quiere revitalizar todo el barrio.

Para ello, el gobierno municipal de PP-Cs quiere conseguir optar a los fondos europeos pero a pesar de eso, se necesitarían otras aportaciones que tendrían que venir de la mano del ayuntamiento o de la participación de los vecinos que, según informaron, se encuentran «sorprendidos» con este nuevo plan que se vuelve a poner en la mesa casi diez años después de que ya se hablara de un lavado de cara a esta zona.

La posible petición a los vecinos, explican, suena «irreal» debido a que las cantidades monetarias oscilan entre 75 y 90 millones de euros y los fondos europeos solo cubrirían una parte, por lo que queda pendiente aún de conocer cómo se financiaría el resto.

Ana Alcázar, presidenta de la cooperativa Balsas, explicó que hasta el momento todas aquellas personas involucradas en dicho proyecto urbanístico desconocían qué se les va a plantear en la reunión que tendrá lugar a las 18.00 horas. «Sabemos a quién afecta porque nos han citado pero no sabemos nada de la remodelación exacta que se quiere hacer en esta zona».

Alcázar asegura que todos los vecinos «tienen las miradas abiertas a lo que se nos proponga pero hay miedo a qué se nos va a pedir y decir, por lo que después de la propuesta, tendremos que hablar».

Según informaron desde la cooperativa, en el barrio se respira estos días «incertidumbre» tras las noticias publicadas al respecto pero a pesar de eso, continúan las ganas de que por fin se actúe y «se mejoren las calles y los parques para que así no se vea tan afectado».

De momento, los vecinos de esta zona de Zaragoza tendrán que esperar a conocer la posible actuación y saber así si sus peticiones desde hace una década tendrán sus frutos próximamente.