El Ayuntamiento de Zaragoza utilizará el remanente del presupuesto del 2020 para saldar antes de que finalice el año sus deudas pendientes con las dos principales contratas de la ciudad: Avanza Zaragoza y FCC. En total, 37,9 millones con los que abonarán las revisiones de precios correspondientes a los años 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. La oposición lleva semanas exigiendo al equipo de Gobierno de Jorge Azcón que utilice este dinero para ayudar a los sectores más perjudicados por la crisis sanitaria, pero desde Hacienda insisten en que no pueden hacerlo y en que la ley les obliga a saldar las facturas pendientes de la cuenta 413, la del pago a proveedores.

La concejal de Hacienda, María Navarro, siempre ha dicho que esos casi 38 millones ya estaban comprometidos y que no podían destinarse a otras funciones, como el apoyo al pequeño comercio o la hostelería. Este jueves ha vuelto a afirmarlo pero lo ha hecho con un informe del Ministerio de Hacienda en la mano que justifica este argumento y que lleva por título Preguntas frecuentes sobre las consecuencias de la suspensión de las reglas fiscales en el 2020 y el 2021 en relación a las comunidades autónomas y las entidades locales. La concejala ha tratado de esquivar así las acusaciones de los grupos de la izquierda, que le reclaman que posponga los pagos de las grandes contratas y se centre en el pequeño comercio.

OBLIGACIONES / «El informe de Hacienda lo dice claro», ha adelantado. Tanto que incluye la afirmación de que «el superávit de los entes territoriales se debería destinar a la obligación de atender o cancelar la cuenta 413 (...) para luchar contra la morosidad». Y continúa con que «el plazo máximo de pago a proveedores no está afectado por la medida de la suspensión». Dos referencias que para la concejala son muy claras y que confirman que deben pagar a FCC y Avanza porque «lo dice la ley» y porque de no hacerlo al año que viene tendrían que endeudarse para abonarlas.

Las revisiones de precios vienen de lejos. En el caso de la empresa que gestiona el transporte público, Avanza, son del 2018 y se contabilizaron el 31 de diciembre del 2019. En este caso, la cuantía que recibirá del consistorio es de 6,7 millones. No será lo único que ingrese de las arcas públicas porque la deuda que está contrayendo el consistorio con la concesionaria desde que comenzó la crisis sanitaria por la drástica caída en el número de usuarios cada día es más elevada. El ayuntamiento le paga a Avanza por cada kilómetro recorrido por sus buses, independientemente de que haya más o menos viajeros, con los que costea parte del gasto del servicio.

La deuda con FCC es mucho mayor, casi 30 millones en revisiones de precios. De estos, 6,9 corresponden al año 2014; 6,2 al 2015; 6,5 al 2016; 5,3 al 2017 y casi cinco millones al 2018. El goteo de millones no acaba aquí porque el ayuntamiento está pendiente de recibir las revisiones correspondientes al 2019 y las del 2020, aunque está última no llegará hasta el próximo año.

Además, el consistorio dedicará del remanente otros 2,6 millones correspondientes a inversiones financieramente sostenibles que no se ejecutaron para amortizar la deuda, como obliga la ley de estabilidad presupuestaria.

Este retraso en el abono de las revisiones de precios está directamente relacionado con la estrategia utilizada por diferentes Gobiernos municipales y de distintos colores de judicializar este asunto, hasta que se agota la vía judicial o hasta que se aceptan las sentencias y se descarta el recurso.

Una vez que se formalicen los pagos, el consistorio se quedará sin remanente y sin opciones de destinar su superávit a otras necesidades, como sí permite ahora el Gobierno de Pedro Sánchez. Una medida que, por tanto, de poco le sirve al ayuntamiento este año y que explica por qué Azcón ha exigido tantas veces que el Estado incluya ayudas directas a los entes locales de las que nada se sabe. La concejala indicó que a día de hoy siguen esperando que tanto el Ejecutivo de Sánchez como el autonómico de Lambán definan cómo apoyarán y ayudarán al ayuntamiento, cuyo gasto en Acción Social se ha disparado.