La 8ª asamblea general de socios de Bantierra ha aprobado este viernes los resultados de la entidad correspondientes al ejercicio de 2018 que presentan un beneficio neto de 7,7 millones de euros.

La reunión ha puesto el fin al proceso de juntas preparatorias que tuvieron lugar del 15 al 17 de mayo y de las que salieron el centenar de delegados que han participado en la asamblea.

En el pasado ejercicio, la entidad gestionó casi 7.800 millones de euros de negocio minorista, que supuso un 0,8 por ciento más que en 2017, gracias al incremento de la inversión rentable (1,3 %) y los depósitos de clientes (2,6 %), informó Bantierra.

En declaraciones previas a la celebración de la asamblea, el director general de Caja Rural de Aragón, Bantierra, Luis Ignacio Lucas, ha calificado de "satisfactorio y para estar contentos" el resultado del ejercicio de 2018, un año "complicado" con muchas "incertidumbres políticas, económicas y financieras".

Al respecto del beneficio de 7,7 millones, ha apuntado que "aislado de un efecto significativo de la venta de una parte de negocio, supuso un incremento del 28 por ciento", mientras que en la evolución del negocio la red comercial ha detectado un cambio de tendencia en la que han crecido las masas de activo y de pasivo, así como la inversión sana, por lo que consideran que van "por el camino correcto".

Sobre las previsiones que manejan para el año en curso ha reconocido que el crecimiento de los tipos de interés no se prevé que se produzca hasta mediados de 2020 y las previsiones son que el euríbor siga todo este año en negativo, lo que supone que las entidades financieras en la generación de resultados lo van "a pasar mal" y los planes de negocio se están revisando en todas las entidades "a la baja".

Al respecto de la política de cierre de oficinas que están siguiendo otras entidades bancarias, Lucas ha recordado que uno de los principales valores de la entidad es "la cercanía", aunque ha reconocido que la presencia en el entorno rural, "donde otros se han ido y no se les espera", afecta a su "eficiencia".

"El 64 % de nuestra red de oficinas está en municipios de menos de 2.000 habitantes, donde la rentabilidad es inferior porque la posibilidad de hacer negocio es menor que en el entorno urbano, pero somos caja rural y nos debemos al entorno que nos ha visto nacer. No vamos a abandonar el entorno rural, otra cosa es que nos tengamos que adaptar", ha explicado, a la vez que ha reconocido que en las ciudades es donde les quedan "deberes por hacer".

En 2018, Bantierra concedió más de 14.500 operaciones de préstamo y crédito por un volumen de 725 millones de euros, un 15 % más que en 2017, de las que el 40 % se destinaron al sector agroalimentario. Además, la caja volvió a ser líder en Aragón en la gestión de las ayudas de la PAC.

Por otra parte, las políticas de gestión y del riesgo de crecimiento de los recursos propios elevaron del 13,69 % al 14,34 % la solvencia de la entidad, lo que supone un superávit de 169 millones de euros, sobre la decisión de capital del regulador.

En cuanto a morosidad, se redujo hasta el 6,1 % frente al 7,2 % del año anterior y en saneamientos se elevó el ratio de cobertura hasta niveles del 70 %, que son casi diez puntos por encima de la media del sector.

La reordenación geográfica y la focalización del negocio que realizó la entidad a finales de 2017, tuvo como consecuencia el incremento de su cuota de mercado en todas las provincias en las que está presente: Zaragoza, Huesca, La Rioja y Lleida. Además, en 2018 se unieron más de 6.000 nuevos socios, lo que le permitió alcanzar los 115.000.