La tradicional fiesta que el PAR organiza en Zaragoza por San Valero se ha convertido en un nuevo motivo de gresca en el interior del partido. Esta vez con la militancia de la capital aragonesa, donde se ha extendido el malestar y la indignación contra su presidente, José Ángel Biel, y su decisión de imponer su criterio en la organización de un evento que, desde hace unos 30 años, siempre ha recaído en el Comité Local. Esta edición no será así. Y eso los miembros de este se enteraron el pasado día 7, cuando el líder de los regionalistas les comunicó que sería la Presidencia del partido la que se ocuparía de todo. Incluso de elegir a los ganadores de los premios Valero y Custodio, que en el 2014 recaerán en todos los exconcejales que han representado a esa militancia en el consistorio.

Así, este año solo se mantiene, con respecto al año pasado, la elección del sitio donde se celebra. La cena se cambia por un picoteo, por aquello de ahorrar. Los premiados ya no se eligen entre todos los miembros de ese órgano de dirección local. Y las cartas de invitación ahora llevan el membrete de Presidencia, toda una sorpresa para los militantes. Para quienes han recibido esa carta, porque aún ayer había muchos de estos militantes, habituales en la cita, que aseguraban no saber si han quedado excluídos de un festín que cada año congrega a centenares de personas. Todo lleva el sello de Biel, y de nadie más, aunque según explicaron desde el Comité Local, "nadie puso ningún pero", afirmó su presidente, Iñaki Alvo, quien dijo no tener constancia del cabreo.

Por eso la militancia le acusa de ser "sumiso" a la voluntad de Biel . Y a la dirección de "faltar el respeto a los militantes". Desde esta, fuentes consultadas por este diario se limitaron a decir que "fue una decisión unipersonal", sin aclarar los motivos.