Los bomberos de la Diputación de Zaragoza ya han instalado detectores de humo y de monóxido de carbono en 224 viviendas vulnerables de la provincia. Dos años después de su puesta en marcha, 23 municipios zaragozanos se benefician del programa Hogar Seguro, una iniciativa pionera de prevención impulsado por el Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI) de la DPZ.

“El objetivo de este proyecto es la detección precoz de los incendios y de las intoxicaciones que se puedan producir en esas viviendas -explica el diputado delegado del SPEI, Alfredo Zaldívar-. Gracias a los detectores que vamos instalando, si hay un problema salta la alarma y los vecinos de la vivienda salen inmediatamente de casa para evitar cualquier riesgo”.

En las 224 viviendas protegidas hasta ahora, los bomberos de la Diputación de Zaragoza han instalado 468 detectores de humo y 174 de monóxido de carbono, con lo que en total se han colocado 642 aparatos. Los 23 municipios a los que ha llegado el proyecto Hogar Seguro son Litago, Trasmoz, Lituénigo, San Martín de la Virgen del Moncayo, Vera de Moncayo, Añón de Moncayo, Novillas, Vierlas, Torrellas, Malón, El Buste, Daroca, Used, Gallocanta, Atea, Acered, Fayón, Nonaspe, Fabara, Chiprana, Maella, Caspe y Alfamén.

“Se trata de un proyecto a largo plazo que poco a poco se va a ir extendiendo a todas las localidades de la provincia de Zaragoza y que incide en un aspecto fundamental como la prevención -explica Zaldívar-. Nuestros bomberos están inmersos en un proceso de mejora continua que busca dar la mejor respuesta a cualquier emergencia que pueda producirse, pero tan importante como la reacción es trabajar para intentar que no se produzca”.

El proyecto Hogar Seguro forma parte de esa labor de prevención y busca detectar los incendios y las intoxicaciones en cuanto ocurren para evitar posibles víctimas. “En caso de fuego o de acumulación de monóxido de carbono, la alarma de los detectores se dispara avisando tanto a los ocupantes de la casa como a los vecinos que la oigan desde fuera -detalla el inspector jefe del SPEI, Eduardo Sánchez-. Así, aunque puedan producirse daños materiales, salvamos lo más importante: las vidas humanas”.