Tres noches han sido suficientes para llevar al límite a los vecinos de Valdespartera cuyas casas están más cerca del recinto ferial. Las afecciones que denuncian no tienen fin, teniendo en cuenta que la primera consecuencia del botellón es la suciedad, pero por encima de todo los vecinos se quejan de los restos de orines, excrementos, vómitos, tampones usados… Según fuentes municipales consultadas, la Policía Local ha puesto ya más de 200 denuncias, pero la presencia de los agentes en la zona cada noche no parece disuadir a la multitud de jóvenes que improvisan fachadas, portales y zonas comunes de los edificios como baños públicos.

Un grupo de vecinos, que comenzaron a temerse lo peor cuando se ratificó que el Párking Norte este año permanecería cerrado, tratan de organizarse para reclamar soluciones al ayuntamiento y han abierto una página en Facebook (Afectados por el recinto ferial de Valdespartera) en la que suben imágenes o describen con detalle todas las afecciones que están viviendo.

Las quejas salpican a la Policía Local y en especial al concejal de Cultura, Fernando Rivarés, quien incluso mantiene diálogos con los vecinos tratando de aplacar su indignación.

Los vecinos recuerdan al responsable municipal lo que reza la Ordenanza sobre Protección de Espacio Urbano, que por ejemplo en su artículo 10 dice lo siguiente:

"Está prohibido hacer necesidades fisiológicas, como defecar, orinar y escupir, en cualquiera de los espacios definidos en esta Ordenanza como ámbito de aplicación objetiva de la misma, debiendo hacer uso de las instalaciones o elementos que estén destinados especialmente a la realización de aquellas necesidades.

Se considerará, a efectos de la sanción que proceda, especialmente grave la realización de dichas conductas cuando concurran circunstancias que agraven su impacto, sean relacionadas con la relevancia del lugar, con la afluencia de personas, la presencia de menores, la afección a bienes de particular protección u otras similares."

Una vecina, en un chat con Rivarés en el que el concejal dice que no está prohibido beber alcohol en la calle, prefiere recordarle el punto 6 del artículo 12 de la misma ordenanza, que dice:

"Se prohíben las reuniones o concentraciones en la vía pública o en lugares de tránsito público con ingesta de bebidas alcohólicas, cuando con esta actividad se impida o dificulte la circulación rodada o el tránsito peatonal por las mismas, se perturbe la tranquilidad ciudadana o el derecho al descanso de los vecinos o se genere una alteración de las condiciones ambientales por el abandono indiscriminado, fuera de los contenedores de recogida selectiva, de residuos y basuras, produciéndose, por ello, una restricción o limitación del uso común general de estos espacios.

No será de aplicación esta prohibición cuando las referidas reuniones o concentraciones hayan sido expresamente autorizadas por el Ayuntamiento. En estos supuestos, se someterán a las condiciones que se establezcan en la propia autorización."

Hace unas semanas, Fernando Rivarés hizo un llamamiento a “no demonizar” a los jóvenes por un botellón que "ocurre todos los sábados y muchos jueves y viernes", en los que "se puede botellonear con una cerveza y con 35", y en los que hay menores y mayores de edad siempre. Decía entonces que se rataba de una cuestión de “concienciación ciudadana”. “Puede que no haya botellón o que el que se produzca sea menor que otros años", auguró, aparentemente sin acierto. "Esto puede atajarlo la sociedad o asumir todos que existen estas zonas, programar y vigilar a estos chavales", añadió el responsable municipal de Cultura ante las dudas generadas.