La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha desarticulado una red que se dedicaba a suministrar viagra y diferentes drogas a pisos en los que se lleva a cabo la prostitución, principalmente, en la capital aragonesa. Los tres miembros pertenecientes a esta organización fueron detenidos y enviados a prisión, tal y como decretó la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza.

La organización tenía en el interior de un trastero un «auténtico supermercado de sustancias ilegales», según fuentes policiales, ya que los agentes encargados de esta investigación hallaron 6.970 pastillas de éxtasis, 437 gramos de cocaína, 1.552 gramos de speed, 8.320 gramos de marihuana, 275 pastillas de viagra, 175 cartulinas de LSD, 44 gramos de cristal (metanfetamina). Asimismo, intervinieron 9.000 euros, un vehículo, una envasadora, sustancia de corte y demás útiles para la distribución de sustancia estupefaciente.

La operación, bautizada como Manoplas por la Policía Nacional. se inició meses atrás, después de que la Udyco tuviera sospechas de que un individuo podía dedicarse a la compraventa de sustancia estupefaciente para su distribución, fundamentalmente en diversos clubs de alterne.

Tras múltiples vigilancias, los agentes pudieron constatar sus intuiciones iniciales, así como la identificación de sus más próximos colaboradores que efectuaban labores de transporte de la droga, contravigilancias o menudeo de sustancias, entre otras.

De esta forma, el pasado 26 de abril, los agentes actuantes observaron como dos de los ahora detenidos sacaban una bolsa de plástico del interior de un trastero, la cual contenía 100 gramos de cocaína, siendo detenidos in fraganti por estos hechos. A partir de ahí, los agentes solicitaron a la magistrada instructora una orden de entrada y registro de dicho trastero en el que intervinieron la droga y la viagra.

UN AÑO ATRÁS

La última operación contra la venta de drogas en el interior de clubes de alterne tuvo lugar en la capital oscense tuvo lugar el año pasado. La Policía Nacional desmanteló un prostíbulo que funcionaba como punto de distribución de cocaína y detuvo a nueve personas, entre ellas el matrimonio que lideraba el negocio y que mantenía totalmente controladas a las prostitutas para lucrarse de su actividad.

El líder de la organización disponía de un trastero totalmente desvinculado de la casa en el que adulteraba y manipulaba las sustancias estupefacientes gracias a una prensa, un gato hidráulico de tres toneladas y moldes de diversos tamaños con los que preparaba la cocaína en forma de cilindros. Mantenía oculto el taller tras un colchón en una de las esquinas del trastero.

En los registros, la Policía se incautó de 464 gramos de cocaína y diversas sustancias de corte, así como de todas las herramientas necesarias para la adulteración y manipulación de la droga y de 900 euros, dos vehículos y diversa documentación. Según la Policía, los arrestados se aprovechaban de la situación de necesidad y de ilegalidad administrativa de estas mujeres para imponerles no solo prostituirse, sino aumentar los beneficios con la droga.