Carlos López Serrano es miembro de la Comisión de Seguridad y Salud del Colegio de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja. Acumula 25 años de experiencia en prevención de riesgos laborales y alerta seriamente sobre el riesgo de contagio de covid mediante los aerosoles.

- ¿Pensó alguna vez que llegaríamos a esta situación?

- La pandemia del covid no la valoré en mi mente como una preocupación, pero sí sabía que, a nivel químico y biológico, la transmisión por aerosoles es la forma básica de transmisión y contaminación. Es la más reconocida en las notas técnicas de prevención. También bioaerosoles, que son por así decirlo los tiene una persona en su interior, los exhala al aire y los inhala a otra persona llevando a una posible contaminación. Esto está descrito técnicamente para enfermedades como el sarampión, o la tuberculosis.

- La contaminación del covid mediante aerosoles ha empezado a tomar fuerza recientemente. ¿Se os tenía que haber consultado como expertos?

- Esto viene de lejos, de un error científico grave en las publicaciones desde hace más de tres décadas, sobre todo en los documentos médicos. Se dice que los aerosoles son las partículas de menos de 5 micras y las de más de 5 micras se llaman gotículas. Esto es mentira y va contra la física. Se ha ido copiando de una a otra publicación el tema de las 5 micras y ese error conlleva que, todas las medidas que tomemos, van contra la física. Nos equivocamos. La búsqueda promocionada de Google está en 5 micras y se va repitiendo el error. El convenio científico para físicos, ingenieros, químicos o biólogos es que los aerosoles tienen un tamaño que va desde una micra hasta 100. Los aerosoles de hasta 100 micras permanecen en el aire minutos, horas e incluso días. Si el aire los arrastra, pueden desplazarse hasta kilómetros. De 100 a 300 micras hay gotas no efectivas, mientras que solamente a partir d 300 micras es cuando podemos hablar de gotículas. Aquí está el problema, en esa teoría de las 5 micras que es la más promocionada en América y también por la OMS.

- ¿Cómo se comporta un aerosol?

- Cuando una persona exhala sucede como con el humo de un cigarro, que avanza a cierta distancia. Después se detiene y es el aire el que lo esparce de manera natural, sea en la calle o en un espacio cerrado. En una distancia de medio metro o un metro podemos emitir 2.000 veces más aerosoles que gotículas. Si una persona hablar a nuestro lado, es más fácil contagiarnos por aerosol que por gotículas por el razonamiento físico que decía anteriormente. Las gotículas, para contagiarse, tienen que acceder por la mucosa del ojo, de la nariz o la boca. Eso solo va a pasar cuando alguien te hable frente a frente soltando saliva. Sin embargo, lo que sí pasa a distancia de medio metro o un metro es que el aire que ha exhalado esa persona, con sus aerosoles, se quede suspendido en el ambiente y entre en nosotros por la nariz, vaya a la tráquea y los bronquios y, una parte más fina, entre en los alveolos de los pulmones. Si esa persona está contagiada, nos lo traslada.

- Un espacio cerrado es un lugar peligroso entonces.

- Bueno, para hacer que el aire del interior se parezca al del exterior todo pasa por la ventilación. ¿Cómo sabemos si se hace bien o mal de cara al covid? En la calle, la concentración de CO2 es de entre 400 ppm (partes por millón) y 420 ppm. En un espacio interior tenemos 800 ppm y eso supone que el 1% del aire lo ha respirado otra persona. Cuando más nos acerquemos a los niveles de CO2 de la calle, mejor ventilado estará ese sitio. Por eso estamos promoviendo desde el Colegio de Ingenieros de Aragón el uso de medidores de CO2 en espacios interiores para saber si está bien ventilado o no. Esto podría aplicarse a bares y restaurantes, de modo que no tendrían que cerrar; así como a las aulas de los colegios. Sería viable y socialmente muy bueno.

- Pero llega el frío y, por ejemplo, en las aulas los estudiantes no pueden estar permanentemente con las ventanas abiertas. También hay locales donde no es posible la ventilación. ¿Qué proponen ahí?

- Aquí existe la opción de aplicar unos filtros Hepa portátiles que ayudarían a quitar ese aire contaminado. No habría riesgo cero, igual que no lo hay en la calle, pero queremos hacer espacios interiores razonablemente seguros donde no se pueda ventilar o donde con un medidor de CO2 se puedan adoptar medidas y, así, no provocar el cierre de negocios. En un aula el punto más peligroso es el profesor, porque es el que habla de forma continua y se exhalada 10 veces más que en silencio, mientras que cuando se grita o tiene un elevado se exhala 50 veces más aerosoles.

- ¿La mascarilla nos protege contra los aerosoloes?

- Dependerá del ajuste. La mascarilla que más protege es la que más se ajuste a la cara. Si hay un agujero por los lados que deja entrar o salir el aire, saldrá un 25% de aire no filtrado. Todo el que no pasa por el filtro de la mascarilla sale con todo el aerosol, que se queda en el ambiente. Una mascarilla en la punta de la nariz, con agujeros en los laterales o de tela muy final, no hace nada. Tampoco lo hacen las pantallas transparentes, que cortan gotas directas, pero los aerosoles se cuelan.

- ¿Cuál es la más eficaz?

- Aquí debemos tener en cuenta el filtrado. Nadie ha diseñado mascarillas para riesgos biológicos. Las quirúrgicas son bastante efectivas para evitar buena parte de los aerosoles si están muy bien ajustadas ala cara. En la calle vale una quirúrgica. En espacios interiores y compartidos con gente como una supermercado o una oficina siempre hay que usar la FFP2 o una KN95 porque filtran más. Estas están diseñadas para aerosoles de polvo y pueden servir para los aerosoles de saliva con un poco de virus perfectamente, son muy efectivas. La mascarilla hay que verla como si fuera un zapato. Las hay de diferentes formas, pero hay que buscar la que mejor se adapta. En el caso del deporte en la calle, tiene sentido hacerlo sin mascarilla si se guardan unas distancias de 5 o 10 metros, pero si estás contagiado y pasas corriendo o andando cerca de una persona se han dado casos de contagios. Eso no puede ser, lo mismo que en las excursiones de senderismo donde se adelanta a una persona muy cerca. Ahí no es adecuado hacerlo sin mascarilla.